Contradicciones
Actualizado: GuardarEl mundo se mueve víctima de sus propias contradicciones, es decir: siempre hay un contrario donde comparase. Difícil es buscar el equilibrio natural de las cosas o ideas. Tenemos como máximo exponente del bien, la justicia y en su máximo exponente del mal, la injusticia; también tenemos lo bello y lo feo, lo bueno y lo malo, el amor y el odio; estos últimos son los que mueven el mundo a veces en el caos a veces en el orden, juzguen ustedes. Creo que desde que existió el homo sapiens y su vocablo surgió la contrariedad. La naturaleza no admite contrariedad simplemente es. El JMJ y 15M forman parte de esa contrariedad que en el fondo no es real: ambos tienen más cosas que les unen que les separan más de Eros que de odio. En primer lugar: la juventud. En segundo lugar, ambos son víctimas de las políticas de sus propios gobiernos con poca sensibilidad hacia los jóvenes a los cuales tienen olvidados. Decía Sócrates que todo mortal tienen dos partes, una divina y otra humana (alma y cuerpo) siempre es mejor que la inteligencia mande (alma) y el cuerpo (materia) obedezca. Si analizamos los sietes pecados capitales de Benedicto XVI veremos que cinco de ellos -básicamente la mayoría-, todos estamos de acuerdo. Por ejemplo, el tercero: No contaminaras el medio. El cuarto: No provocarás injusticia social. El quinto, no causarás pobreza. El sexto, no te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común. Bueno. Si tenemos en cuenta que el papa es hombre de fe más que de ley sus argumentos son más que razonables, yo como ciudadano de a pie lo veo valiente, pues en sus pecados no se ha encogido a la hora de criticar al capitalista, le ha dedicado nada más y nada menos que tres de los pecados capitales, llamados también sociales. No olvidemos que Platón en su República, Tomás Moro en su Utopía y el mismísimo Manifiesto Comunista en su versión más original tenía ingredientes religiosos. Liga de los justos, su líder Weitling, artesano, de profesión sastre en contra su homólogo y famoso conocido e intelectual burgués Karl Marx. La religión no debe ser tratada como un contrario a las políticas, si no un componente más: estabilizador.