Sirte, el bastión defendido por los 'Gadafa'
Tras la toma de Trípoli, Gadafi podría haber encontrado entre su tribu original uno de sus últimos refugios
MADRID Actualizado: GuardarEl avance rebelde parece no tener ya freno. Su entrada triunfal en el palacio presidencial de Muamar Gadafi en Trípoli y el control en pocos días del 90% de la ciudad, han hecho vislumbrar a las fuerzas opositoras un posible final de la contienda que están dispuestos a lograr de la manera más breve posible. Esta sed de victoria, representada en la captura y puesta a disposición de un tribunal libio de Gadafi, conduce en estos momentos a las tropas rebeldes a uno de los últimos bastiones del dictador y su ciudad natal, Sirte.
Llamada también Surt, la ciudad fue testigo del nacimiento de líder libio en 1942. A medio camino entre Trípoli, la antigua capital del régimen, y Bengasi, la capital provisional rebelde, Gadafi podría haber encontrado entre su tribu original, los ‘Khadafa’ o 'Gadafa', su definitiva gran defensa.
Antes de la llegada del dictador al poder, la ciudad no era más que un desértico lugar de pescadores. Tras su alzamiento en 1969, en cambio, el líder libio modeló el enclave a su antojo, construyendo en ella grandes edificios y lujosas viviendas para él y su familia. Gadafi trató incluso de convertir esta población de 75.000 habitantes en la nueva capital del país, y aunque no llegó a llevar a cabo sus planes, muchas de las sedes ministeriales así como el Palacio de Congresos y la sala de conferencias más grande del norte de África, se encuentran ahora en Sirte, en lugar de en Trípoli.
El escondite de Gadafi
Según Abdelmoneim Al Huni, representante del CNT, el órgano político de los rebeldes, "Gadafi solo tiene tres posibilidades para esconderse actualmente en Libia: la región de Al Jafra, en el desierto, el oasis de Traghen, en el extremo sur en la frontera con Níger, y Sirte, a 450 km al este de la capital, donde grupos armados y bien implantados en esta localidad podrían luchar hasta el final en defensa de su líder.
Sin embargo, según Abdala Abu Arafa, otro de los portavoces de la oposición, los insurrectos habrían iniciado una vía de negociación con jeques y líderes tribales de la ciudad para que ésta se entregue sin derramamiento de sangre. Sirte ya se convirtió a finales de febrero, durante los primeros días del conflicto armado, en el principal obstáculo para el avance rebelde desde el este del país hacia Trípoli. La CNT, incluso, llegó a dar por conquistada la ciudad, aunque las tropas leales a Gadafi volvieron a recuperar su control y expulsaron a las fuerzas insurrectas.
Últimos apoyos
Entre las más de cien tribus representadas en Libia, parece que tan solo la Khadafa y la Megarha permanecen fieles al dictador y son los clanes que aún muestran resistencia en Sirte ante el avance militar opositor.
Aunque durante las últimas décadas la creciente inmigración (Libia es uno de los países más prósperos de África gracias, principalmente, a su petróleo) y el desarrollo tecnológico y social del territorio han hecho disminuir el peso político de las tribus, Gadafi siempre ha tenido una fijación en mantener la fidelidad de las más amplias y representativas de la nación a través regalos a quienes lo apoyaban y duros castigos a sus detractores.