La lujosa mansión de la hija de Gadafi

Los derroches y excentricidades del clan Gadafi no son una sorpresa para nadie, pero con la caída del régimen y la toma de la residencia del dictador y las de algunos de sus múltiples hijos ha quedado más que patente. La última mansión saqueada por los rebeldes ha sido la de la única hija del coronel, Aisha Gadafi, que saltó a la fama por representar como abogada a otro dictador, Sadam Husein. También actuó como defensora del periodista iraquí que le lanzó un zapato a George W. Bush durante una rueda de prensa.

Zapatos y más zapatos debía de coleccionar en su vivienda, una lujosa casa de tres plantas que los milicianos han destrozado felices e indignados al comprobar las condiciones en las que vivía Aisha. Frondosos jardines, fuentes, suelos exclusivos de mármol, piscinas, gimnasio... pero lo que más llama la atención es su sofá de oro (o al menos dorado), bajo una escalera de caracol, en forma de sirena y con la cara de Aisha.

En el dormitorio principal resalta una gigantesca cama, sobre la que se han complacido en saltar los rebeldes, un amplio vestidor repleto de ropa y dos cuartos de baño (no le bastaba con tener uno, sino que era necesario uno para cada sexo). Ah, y uno no puede olvidarse de citar las majestuosas lámparas, dignas del Buckingham Palace.

Además, cabe destacar los libros que leía la abogada (uno sobre Osama bin Laden y otro titulado 'Cómo llegaron al poder los líderes árabes') y una película de DVD: una cinta de ejercicios de Cindy Crawford; no hay que olvidar que se la llamaba la 'Claudia Schiffer del desierto''.

No es de extrañar, pues, la indignación que sienten los libios al comprobar el grado de lujo en el que vivía la familia Gadafi. En la mansión que ya ha sido bautizada por sus vecinos como 'el palacio de la prostituta' (según 'The Times') pueden leerse frases como "Libia es libre" o "Esta casa pertenece al pueblo".