Marc Anthony y Jennifer López cuando todo iba bien. :: MARK RALSTON/AFP
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Se agrió la salsa

El culebrón de la ruptura entre Jlo y Marc Anthony no para de sumar nuevos capítulos

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Moraleja: Si te casas con un rey, que no sea el de la salsa. Esta es, en resumen, la conclusión que puede extraerse de la triste historia de desamor protagonizada en sus papeles estelares por Jennifer López y Marc Anthony. Desde su separación, no paran de circular versiones (la mayoría contradictorias) sobre las causas de este naufragio matrimonial. Tanto se ha llegado a especular que a estas alturas la vida privada de JLo es tan del dominio público como la de los Kardashian (familia protagonista de un reality norteamericano destinado a destapar todos sus secretos). De secretos de familia decía saber mucho Marlon Brando en 'El último tango', pero aquí la cosa no ha llegado a ponerse tan escatológica. Y, como suele ocurrir, cuanto más sabemos menos entendemos nada. Según la versión de López, su marido no le dio un trato correcto. La traducción a semejante insinuación se mueve en una horquilla que va desde el típico mal carácter al maltrato. Como por fortuna no parece haber constancia de lo segundo, cabe suponer que el problema del cantante, como el de tantos otros maridos, es que sacaba su lado más insufrible en cuanto entraba en contacto con las zapatillas de paño. Pero su versión es bien distinta (a veces las exparejas difieren tanto en sus relatos postconyugales que parece que cada uno de ellos hubiera formado parte de otro matrimonio). Anthony ha declarado en una entrevista que de Jennifer solo ha obtenido «maldiciones y críticas todo el tiempo». Eso de maldecir al marido la verdad está muy feo. Claro que también se le ha escapado comentar que ella le regañaba «cada vez que llegaba tarde». ¿Es Marc Anthony un hombre trasnochador y juerguista? Pues así, a simple vista, yo diría que... ¡Sí! Lo que pasa es que cuando una busca un marido que esté siempre a las ocho en casa, se casa con un contable y no con un salsero profesional. Anthony no solo es un buen salsero, es nada menos que el rey de la salsa. Y a esas cotas de excelencia laboral solo se llega metiendo muchas horas extras.

En otra de las múltiples versiones sobre la separación matrimonial de JLo (culebrón que los americanos ya abordan directamente con una bolsa de palomitas) se culpa de la ruptura a la Cienciología. En este nuevo capítulo, Jennifer abraza el credo de la Cienciología, pero Marc se niega a secundarla. Ella incluso quiere matricular a sus mellizos en una escuela ciencióloga (francamente, viendo cómo está saliendo Suri Cruise no sé cómo se le ocurre...) Por supuesto, Anthony lo desaprueba. La religión (hasta que llegó el fútbol) ha sido el principal motivo de grandes guerras y cismas. Pese a todo, las últimas noticias apuntan a que él quiere volver con ella y no para de llamarla. ¿Echará de menos sus críticas y maldiciones? Está claro que a este salsero le va la marcha.