«Comenzamos a vislumbrar la convivencia», dice Patxi López
El lehendakari celebra que las fiestas vascas se celebren «sin que penda por primera vez sobre ellas la amenaza terrorista»
BILBAO. Actualizado: GuardarEl lehendakari se asoma al día después del final de ETA. En una comparecencia pública en el ecuador de la Aste Nagusia de Bilbao, Patxi López destacó «la normalidad y tranquilidad» con la que se están desarrollando las fiestas en el conjunto del País Vasco. Con este indicador, que puede ser una auténtica obviedad en otras comunidades autónomas, el jefe del Gobierno vasco señaló un hecho inédito. «Por primera vez», la campaña festiva del verano se celebra «sin que penda sobre ella la amenaza terrorista», en alusión a la tregua «permanente» decretada el pasado mes de enero, y sin que se hayan producido violencia callejera. Toda una novedad que López no pasó por alto en su diagnóstico. En un mensaje de esperanza, vino a decir que los vascos han subido ya el primer peldaño en la escalera que conduce a la paz. «Empezamos a vislumbrar cómo puede ser la convivencia en Euskadi», declaró.
Patxi López ha dibujado su escenario pos-ETA en el tramo final de las fiestas vascas, convulsionadas durante demasiado tiempo por la kale borroka, como ocurrió en 2010 -la actividad de los radicales se disparó en el mes de agosto de ese año tras la quema de más de 20 contenedores en Zarautz-. Al igual que su consejero de Interior, Rodolfo Ares, el lehendakari atribuyó ayer la ausencia de incidentes a la presión llevada a cabo por la democracia contra los violentos y quienes les ofrecen cobertura. Sólo señaló algunos «puntos negros». «La falta de reconocimiento y respeto» a las víctimas de ETA manifestadas por el diputado general de Gipuzkoa y miembro de Bildu, Martin Garitano; y, aunque «más atenuado que nunca», el uso que «los de siempre» han intentado dar al espacio público para hacer «proselitismo de la violencia». Lo dijo en referencia a las expresiones de apoyo a los presos vividas en algunas fiestas. No porque las imágenes pidieran el acercamiento, una reivindicación legítima que incluso se ha debatido en el Congreso, sino porque algunas de las fotos mostraban a reclusos condenados por asesinato.
En esencia, esta es la base argumental del plan de convivencia que pretende presentar en el debate general, convocado el 29 de septiembre en el Parlamento vasco. El lehendakari parte de la teoría de que la situación de extrema debilidad de ETA, a la que considera ya «derrotada», y los pasos dados por la izquierda abertzale para insertarse en el juego político son producto de la firmeza democrática y del Estado de Derecho. Y no al revés.
El vaticinio de Eguiguren
La tesis de que los vascos perciben ya la pacificación de Euskadi confirma el vaticinio lanzado con anterioridad por el propio presidente del PSE. Para Jesús Eguiguren, la paz llegó el día en que Sortu presentó unos estatutos que rechazan «la violencia» de ETA. «Esto es irreversible. Ya no hay marcha atrás», dijo Eguiguren a comienzos de febrero.
Sin embargo, la tesis del lehendakari choca frontalmente con el análisis que hace la izquierda abertzale, que reivindica «el esfuerzo» de su militancia en la consecución de este «verano tranquilo, pese a las agresiones y provocaciones de las diferentes policías y de sus responsables políticos».