SUEÑO AMERICANO
Actualizado:Rafael Nadal está tirado en el aeropuerto con todo su equipo durante cinco horas esperando el próximo vuelo a Nueva York tras haberse cancelado el que tenían provisto coger. Es la última de las incidencias que le han ocurrido al mejor deportista español de todos los tiempos, que pocas horas antes sucumbe en el Masters de Cincinnati ante Mardy Fish, un tenista lento y tosco que es capaz de sacar a relucir todas las carencias del de Manacor.
Y es que con un calendario plagado de torneos, competir y acercarse a Novak Djokovic se convierte en una obsesión, algo que le hace jugar con una presión a la que no ha estado acostumbrado este último año, y su cuerpo lo nota. Molestias musculares, un pie con lesión crónica y sobre todo, una cabeza llena de dudas que le impiden cerrar partidos.
Toni Nadal, tío y entrenador, asiste del desastroso último partido de su sobrino desde la distancia del salón de su casa. Sin tapujos dice que no se puede jugar peor y que se merecía perder. La prensa especializada se ceba en las carencias que demuestra el juego del hasta hace poco número uno del mundo, al que le falla el físico tras un inicio de segunda parte de la temporada muy mala en el Masters de Montreal y un inicio de entrenamientos tardío en Mallorca como consecuencia de diferentes molestias que le estuvieron afectando en Wimbledon, el último varapalo moral que ha sufrido Rafael a manos de Novak Djokovic.
La distancia que les separa en puntos a ambos es 2.500, que puede verse multiplicada en caso de que el español no consiga defender el próximo título en juego, el US Open, algo impensable a día de hoy. Y es aunque a en partidos a cinco sets las sorpresas se reducen, es precisamente en el físico donde más dudas hay, con una preocupante falta de chispa y lentitud de movimientos. Cállanos la boca como siempre haces. por favor.