Los rebeldes toman el corazón del régimen
Los milicianos asaltan el palacio presidencial sin hallar rastro de Gadafi ni de su familia
DEHIBA (FRONTERA TÚNEZ-LIBIA).Actualizado:Las fuerzas rebeldes lograron una nueva victoria en su lucha por la liberación de Libia. Bab el-Al Aziziya, el cuartel general de Gadafi y auténtico símbolo de poder del régimen, cayó a media tarde tras dos días de combate. Los bombardeos de la OTAN -que han tenido este lugar en su punto de mira desde el inicio de su misión- y la llegada de refuerzos por tierra acabaron con la resistencia de los hombres leales al dictador que finalmente perdieron la batalla y no pudieron evitar la toma del complejo. Las muestras de júbilo y los disparos al aire al grito de 'Ala Akbar' (Dios es grande) ni duraron demasiado porque los milicianos querían encontrar a Muamar el Gadafi, que de momento sigue en paradero desconocido. Las ganas de cantar victoria están pudiendo con la prudencia y aunque el triunfo parece próximo la lucha no ha terminado y «no se puede bajar la guardia», alertaron los responsables de la oposición desde Bengasi.
Las imágenes proporcionadas por las televisiones árabes mostraban a grupos de milicianos que paseaban por el interior de la fortaleza buscando leales al régimen y derribando los símbolos del poder. La estatua del coronel partida y su cabeza pateada por los soldados resumen el simbolismo que encerraba el paseo triunfal de los rebeldes entre escombros y humo.
En medio de estas jornadas que parecen las últimas de los 42 años de régimen, la agencia de noticias rusa Interfax informó que el propio Gadafi aseguró en una conversación telefónica que se encontraba en la capital y no tenía intención alguna de huir. Lo hizo en una conversación privada con Kirsán Iliumzhínov, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), que hace pocas semanas se desplazó a Trípoli para jugar una partida con el propio Gadafi.
Estas palabras fueron las únicas que salieron a la luz en un día en el que ya no hubo mensajes desesperados de audio en los medios ni llamadas a la resistencia contra las «ratas» e «invasores» a través de las ondas como la víspera. Según Iliumzhínov, con Gadafi se encontraría su hijo Mohamed, que habría logrado burlar el cerco rebelde pese a las informaciones de Bengasi que aseguraban que había sido capturado.
Guerra urbana
Las imágenes de los rebeldes victoriosos cruzando la puerta oeste de la fortaleza de Bab el-Aziziya sirvieron para devolver la confianza en unos opositores que recibieron todo un jarro de agua fría durante la madrugada anterior cuando Saif el-Islam apareció subido en una pick up en el hotel Rixos, donde permanece encerrada la prensa internacional invitada por el régimen. Esta aparición echó por tierra las supuestas informaciones del Consejo Nacional Transitorio (CNT) que hablaban de la detención del que estaba llamado a ser el sucesor de Muamar el Gadafi. Es precisamente en la zona de Al-Mansoura, donde se encuentra este hotel, donde se registraron durante toda la jornada los combates más duros.
La guerra urbana es distinta en cada barrio y la ciudad tiene ya zonas amplias en las que la revolución ha triunfado sin necesidad de pegar un tiro ya que los ciudadanos estaban claramente en contra de la dictadura y esperaban la llegada de los milicianos para vencer el miedo y salir a las calles. Estas zonas ocupan la mayoría de la ciudad, según la OTAN, que confirmó que «el régimen ya no controla la capital» y «vive su último capítulo». El portavoz militar de la misión, el coronel canadiense Roland Lavoie, aprovechó su comparecencia para hablar de un escenario futuro en el que dejó muy claro que en ningún caso «habrá tropas de la OTAN sobre el terreno». El gobierno libio, por su parte, ofreció también su particular visión de los hechos y el portavoz, Mousa Ibrahim, quiso mantener alto el ánimo de los suyos señalando que «mantenemos el control sobre el ochenta por ciento de la ciudad».
Con Bab el-Aziziya bajo control comenzaron a llegar las noticias sobre el repliegue de tropas de Gadafi hacia Sirte, localidad natal del dictador. Hacia este bastión del régimen avanza el frente este rebelde, que tras la liberación de Brega ayer logró acercarse a Bin Yawad, prácticamente a las puertas de Sirte. Esto supone el avance más importante en el desierto desde marzo.
Pocas horas después de que se extendiera la noticia sobre la conquista de la fortaleza presidencial, la ONU anunció que ha convocado una reunión en Nueva York para analizar la situación actual y la respuesta de la comunidad internacional. Al encuentro han sido invitados la Liga Árabe, la Unión Africana, la Unión Europea y la Organización de la Conferencia Islámica. Estados Unidos, por su parte, anunció que busca desbloquear de inmediato parte de los fondos congelados para ayudar a la transición democrática.