Nicolas Sarkozy saluda al anterior presidente del consejo de administración de Air France-KLM, Jean-Cyril Spinetta. :: ERIC FEFERBERG / AFP
Economia

La fortuna de las fortunas galas

Dirigentes de las principales compañías se declaran a favor de «una contribución excepcional» a la reducción del déficit Dieciséis millonarios franceses proponen que los ricos paguen más impuestos

MADRID. Actualizado: Guardar
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Francia se aprieta el cinturón, y dieciséis de las grandes fortunas del país han propuesto al Gobierno que imponga «una contribución excepcional» a los más ricos para ayudar a la reducción del déficit presupuestario. La iniciativa, suscrita por multimillonarios como la principal accionista del grupo L'Oreal, Lilianne Bettencourt, y financieros como el presidente consejero delegado de Societé Générale, Fréderic Oudéa, emula la sugerencia que el norteamericano Warren Buffett hizo al Gobierno de Estados Unidos. La demanda de una subida coyuntural de impuestos se conoce pocas horas antes de que el Gabinete de Nicolas Sarkozy apruebe nuevas medidas de ajuste, entre ellas, un gravamen a las rentas más altas. Por eso añaden que su contribución no debe contemplarse de forma aislada, sino que ha de enmarcarse «en un esfuerzo más global de reformas, tanto de los gastos como de los ingresos».

En un momento en que el Gobierno galo «pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir», adelantan en una carta promovida por el semanario francés 'Le Nouvel Observateur', que aparece en su página web y cuyo texto completo se difundirá a través de la edición escrita que saldrá mañana a la venta. Firman este llamamiento, entre otros, Jean-Paul Agon, presidente de L'Oréal; Antoine Frérot, de la energética Veolia Environnement; Denis Hennequin, del grupo hotelero Accor; Marc Ladreit de Lacharrière, presidente de la financiera Fimalac; Maurice Lévy, de Publicis; Christophe de Margerie, responsable de Total; Franck Riboud, presidente de Danone; Stéphane Richard, de Orange y Louis Schweitzer, presidente de Volvo y de AstraZeneca. Y la relación se completa con otros altos cargos como Jean-Cyril Spinetta, presidente del consejo de administración de Air France-KLM y del consejo de vigilancia de Areva, y Philippe Varin, presidente del directorio de PSA Peugeot-Citroën

«Somos presidentes o dirigentes de empresas, hombres y mujeres de negocios, financieros, profesionales o ciudadanos ricos, y deseamos que se establezca una aportación excepcional que se extienda a los contribuyentes franceses más favorecidos». Precisan que esta contribución debería ser proporcional y calcularse sobre bases razonables, para de esta forma «evitar efectos económicos no deseados como la fuga de capitales o la evasión fiscal».

La mecha se extiende

Maurice Lévy, que además de Publicis preside la muy exclusiva Asociación Francesa de Empresas Privadas, fue el primer empresario en Francia en manifestarse a favor de una «contribución excepcional» de los ingresos más altos, en la línea con el llamamiento que Warren Buffett realizó a mediados de agosto. Lo hizo a través de un artículo publicado en el diario 'Le Monde', en el que invitaba a «quienes han tenido la suerte de alcanzar el éxito, a quienes ganan dinero», a «participar en el necesario esfuerzo nacional». Pierre Bergé, antiguo dirigente de la firma Yves Saint Laurent, y Geoffroy Roux de Bézieux, presidente de Virgin Mobile, le siguieron días después.

El multimillonario norteamericano Warren Buffett también utilizó los medios de comunicación para divulgar su mensaje, un claro apoyo a la subida de impuestos que, en el marco de un segundo plan de ajustes, querría sacar adelante Barack Obama. Considerado el tercer hombre más rico del mundo -el valor actualizado de su fortuna asciende a 47.000 millones de dólares-, Buffett desveló el esfuerzo fiscal que lleva a cabo en una carta dirigida al diario 'The New York Times'.

«Si haces dinero con dinero, como muchos de mis amigos superricos, puede que pagues algo menos que yo; pero si haces dinero trabajando, tu porcentaje superará el mío, seguramente de lejos», apuntaba. Y concretaba que el pasado ejercicio abonó a Hacienda 7 millones de dólares, equivalentes al 17,4% de su base imponible. Un porcentaje muy inferior al 36% que aportaron al fisco, como media, empleados de las empresas cuyo capital controla.