Sin tiempo para el descanso y sin el tradicional baño de masas de otros actos

La mañana había sido intensa con un debate en el Congreso, pero el presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, no quería faltar a una cita en la que se encontraba la plana mayor de su partido en Andalucía. El líder regional, Javier Arenas, junto a su secretario, Antonio Sanz, y todos los alcaldes de las ciudades de más de 100.000 habitantes. Allí se encontraban regidores de la talla de Juan Ignacio Zoido, aunque como suele ocurrir (y más en tierras gaditanas) la que destacó fue Teófila Martínez. Pero, en esta ocasión no había una marea de gente vitoreando, gritando o apoyando a los populares. A las seis de la tarde, cuando comenzó la reunión, los únicos que habían en la calle eran las personas relacionadas con el partido y los empresarios andaluces, que se agolpaban en los pocos espacios con sombras de la calle Real.

Una vez que comenzó la reunión, y cuando el presidente de Diputación y alcalde de San Fernando, José Loaiza, realizó el saludo de bienvenida a la vez que se disculpaba por la dificultad de los accesos a consecuencia de la paralización de la obra del tranvía, llegó Rajoy.

Más de una hora reunido y al salir había más ambiente en la calle, aunque a los isleños les cogió por sorpresa la visita que extrañados preguntaban qué había pasado. Lo que no evitó que el líder popular se hiciera varias fotos, chocando las manso con los pequeños y atendiendo con buena cara a todas las peticiones. Al poco ya estaba en el coche y ponía rumbo a Málaga para acudir a otro acto hoy.