«No soy Chiquito de la Calzada, pero me gusta hacer reír»

– Apellidándose Vidal, ¿vive la vida loca?

– Loca no, pero tampoco tan aburrida como algunos se creen. Los que hacemos telediarios parece que hablamos con frases esculpidas en mármol, pero a mí me gusta mucho el sentido del humor. Es fundamental.

– Ya que está al frente de la Academia de la Televisión, ¿cuándo salta al Gobierno?

– No está planteado en este momento (risas).

– ¿No le han tentado?

– Suárez me ofreció ser diputado del CDS por Barcelona, pero me gusta demasiado mi profesión.

– Muchos de sus compañeros dicen que de vez en cuando hay que salir en la pequeña pantalla porque si no se olvidan de ti...

– A mí me gusta mucho organizar las cosas. Se puede estar en la cocina sin estar en la barra del mostrador. Pero si hay que salir, se sale.

– ¿Y en casa está en la cocina?

– No. En casa estoy muy poco en la cocina; y si dijera otra cosa mentiría. No soy un cocinitas.

– Diga la verdad: ¿qué ve en televisión?

– Los programas buenos que hay, que son muchos, lo que pasa es que a veces están muy escondidos en la madrugada y al día siguiente tengo sueño.

– ¿Lo mejor para dormir la siesta son los documentales de La 2?

– No. La siesta la duermo, cuando puedo, los sábados y domingos.

– ¿Qué hacía un ingeniero técnico en Electrónica metido a presentador?

– Yo quería ser periodista desde niño y mi padre se empeñó en que estudiara ingeniero técnico. Después hice periodismo y sociología, pero me vino muy bien combinar una formación de ciencias con una de letras.

– Supongo que, si la tele se rompe en casa, la arregla usted...

– Para nada. De electrónica solo me sé la teoría.

– O sea, que de manitas nada...

– Nada. Hay dos cosas que son las que menos me gustan: el bricolaje e ir de compras.

– Entonces los trajes se los compra su mujer...

– ¡Por supuesto! Y me pongo lo que ella me mande. Soy muy disciplinado. Ella (la también periodista María Rey) bromea diciendo: «Mi marido va de lo que yo le ponga». Gracias a eso algunos dicen que cuido mucho el vestuario, pero si lo eligiese yo no estaría a la altura.

– ¿Se quita alguna vez el traje de chaqueta? Es difícil imaginárselo en bermudas...

– Lo que pasa es que para trabajar en un taller mecánico hay que ir con un mono y para los sitios en los que yo me muevo el uniforme es el traje de chaqueta.

– Pero sí es de los que se cuidan a sus 60 años...

– Me cuido lo justito. Cuando tienes la suerte de no fumar ni beber tienes mucho ganado. Aunque no sea suficiente.

– ¿Moderaría un cara a cara entre Belén Esteban y María José Campanario?

– No. No sería el más adecuado (risas). Pero conozco el tema. ¿Quién no? Me gusta enterarme de todo lo que pasa. Mejor me propongo para moderar un debate entre Rajoy y Rubalcaba.

– ¿Qué político comunica peor?

– ¡Hay tantos! Me resultaría difícil elegir a uno.

– ¿Y qué político sería más creíble para poner al frente de un telediario?

– Algunos comunican francamente bien, como Rubalcaba, Rajoy, González Pons, Blanco, Soraya... Pero para presentar el telediario no los veo. Siempre tendríamos delante a un político.

– Se sorprenderían si lo viesen...

– ¿A mí? Partiéndome de risa y contando historietas para hacer reír a los amigos.

– Entonces cuenta chistes...

– Bueno, tampoco es que sea Chiquito de la Calzada. Me gusta contar historias. Ver el lado divertido de las cosas. El estrés lo combato con sentido del humor. Es una buena fórmula.

– ¿De qué es un maniático?

– No tengo supersticiones ni manías. Soy muy aburrido en ese aspecto.