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En busca del sabor 'tomate'
El comercio electrónico de verduras y frutas ecológicas vive su momento más dulce: el consumidor busca más sabor y menos hortalizas 'guapas' e insípidas
MADRID Actualizado: GuardarTus ojos dicen que se trata de un tomate, pero tu paladar es incapaz de identificar el sabor de la supuesta hortaliza que ingieres. Poca gente no ha experimentado -y comentado- la pérdida de sabor en muchas frutas y verduras que se consumen en la actualidad. Tanto es así que la búsqueda del aroma auténtico de la huerta por parte de los consumidores es hoy un negocio en auge que ha encontrado en internet su plataforma ideal.
Directo del campo, La fruta en casa, Ecocesta o Cesta verde son algunos de los nombres elegidos para estas fruterías virtuales que se dedican a llevar a domicilio los frutos de temporada directamente recogidas del campo. Sin intermediarios y con certificado de agricultura ecológica. "El nacimiento de los primeros negocios de este tipo se dio en el año 2003, pero en la actualidad vemos cómo nace uno nuevo cada mes en internet", reconoce Manuel Luis Castellano, uno de los pioneros españoles en dedicarse a este negocio y fundador de Cestaverde.com.
La falta de tiempo para elegir lo mejor del mercado, la garantía de ofrecer productos libres de químicos y los precios asequibles son las principales bazas de estos negocios. "Nosotros, que sólo repartimos en Madrid y Toledo, tenemos unos mil clientes habituales. Se nota que entra gente nueva en nuestra web para probar, pero la continuidad en el tiempo es lo más difícil de conseguir", añade Castellano. Y es que la cultura de la hortaliza 'maquillada' lista para exposición es difícil de cambiar por la otra que ensalza el valor del sabor, la ausencia de químicos y el factor artesano de la producción. Pero se están dando pasos importantes en este sentido.
El sistema para tener el campo en casa, y sin tener que plantar en las terrazas huertos caseros de dudoso éxito, es similar en casi todos los negocios del ramo: el usuario se da de alta, crea su cuenta y realiza sus pedidos que, semanalmente, llegan puntualmente a casa de la mano de un repartidor de la empresa que, previamente, ha visitado la cosecha de pequeños agricultores de la zona. La mayoría ofrece los productos seleccionados en cestas predeterminadas, calculadas en función de la cantidad de miembros que tenga la familia, en las que se incluye una variedad de verduras y frutas de temporada. Además, dan la opción de pagar a la entrega, con lo que eliminan las reticencias de muchos a abonar la compra 'on line'.
Para los escépticos, algunas web incluyen la alternativa de comprobar 'in situ' el proceso de recogida y reparto. Es el caso de Yoeco, que invita a los clientes a ver personalmente las fincas, explotaciones agrícolas y centros de producción donde se elaboran y envasan los alimentos ecológicos que luego reparten. Pero lo único para comprobar que estas alternativas en auge merece la pena es probar. El paladar tiene la palabra.