Nueva despedida para una vieja batalla

Aunque todas las despedidas desde la Base Naval de Rota se asemejan, ninguna es igual. Un barco, una tripulación y unos familiares, la misma estructura y el mismo protocolo de acto. Pero los detalles son totalmente distintos. Las muestras de cariño, la forma en la que se da un beso, un abrazo, en la que se derrama una lágrima, dista mucho de una partida a otra, de una persona a otra.

Una joven acaricia con ternura el rostro de su marido que de reojo mira a su pequeña a la que le de un fuerte beso antes de subir. Mientras tanto, una madre no es capaz de apartar a su hija de entre sus piernas a las que se agarra fuertemente a la espera de que el barco se vaya y ella se quede. Cuando todos están subiendo, baja corriendo otro joven para besar a su novia que llora de forma desconsolada sin que nadie pueda calmarla.

Comienza una cuenta atrás desalentadora, aquella en la que se tachan los días que quedan para reencontrarse y ayer fue tan solo el primero. La tripulación del Buque de Asalto Anfibio 'Galicia' tendrán que esperar hasta diciembre para volver a reencontrarse con sus seres queridos y vivir la otra cara de la moneda, aquella en la que las lágrimas son de alegría, los besos de bienvenida y la partida será en un coche todos juntos a casa.

Pero, para eso todavía queda. Primero deben finalizar su misión. Será la segunda vez que la embarcación acuda a Somalia para luchar contra la piratería dentro de la operación 'Atalanta' , que bajo bandera de la Unión Europea, pretende mantener la seguridad en las aguas del Golfo de Aden y el Cuerno de África, protegiendo tanto al tráfico mercante como a los pesqueros que faenan en esas aguas. A pesar de las noticias que llegan sobre el apresamiento de barcos en el lugar, los familiares no están preocupados porque saben que la tripulación está preparada para vivir situaciones de riesgo. Lo que no evita que las madres pidan a los marineros que tengan «mucho cuidado».

El barco partió pasadas las doce de la mañana y el acto de despedida estuvo presidido por el Almirante de la Flota, Santiago Bolíbar Piñeiro, que embarcó para saludar a la dotación y unidades, antes de su partida.

El 'Galicia' se ha convertido en referencia dentro de la misión debido a sus dos helicópteros SH3D de la Quinta Escuadrilla de Aeronaves, que han demostrado su gran valía en la localización de embarcaciones piratas. Una vieja batalla que suma años y que no evita que se produzcan nuevas despedidas.