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Pizarras de solidaridad para crecer
Su principal objetivo es lograr la autosuficiencia de niños y mujeres de zonas pobres como la India y América Latina a través de la educación La Fundación 'Ciudad de la Esperanza y Alegría' presta ayuda desde hace diez años
CÁDIZ. Actualizado: GuardarUna década de dedicación, una década de solidaridad, una década de amor. Esta es la palabra que da fuerzas a la Fundación 'Ciudad de la Esperanza y Alegría' para seguir apostando por un mundo mejor. Una organización solidaria que reparte corazones al futuro de aquellos que viven en la oscuridad de la pobreza y el dolor.
La semana pasada la fundación organizó un desfile benéfico en Sotogrande con el fin de recaudar fondos. En la urbanización gaditana posee una de sus sedes, repartidas por toda España. En él participaron voluntarios de todas las edades y Agatha Ruiz de la Parda prestó sus diseños.
Sus manos llegan a 70.000 personas entre colegios, politécnicos, orfanatos y hospitales repartidos entre América del Sur, África, y su principal foco de solidaridad, la India. Allí empezó todo en el año 2001 bajo la premisa de los principios espirituales de la madre María Teresa de Calcuta. Alma de caridad con la que entró en contacto la presidenta de la Fundación, María Moreno, durante su etapa de estudiante en Nueva York, y que sirvió de hilo conductor en el despertar de este proyecto de ayuda a los más necesitados. «Yo era estudiante en Columbia y tuve la suerte de conocerla cuando todavía no era un fenómeno mediático. ¡Qué le puedo decir de ella! Era una maravilla. Tenía carácter y daba amor y cariño. Yo la admiraba porque era una mujer con fuerza y constancia», afirma la directora. Y es que para la organización la base del futuro y de la evolución del ser humano es el amor y la educación. «Nuestro principal objetivo es la educación para que estas personas puedan salir de su propio destino. Hay que curar y hay que alimentar, pero no sirve de nada sin la formación adecuada», explica María Moreno.
La Fundación 'Ciudad de la esperanza y la Alegría' ha conseguido grandes logros en estos diez años de compromiso y humanidad. Una ilusión que comenzó a fraguarse en la India, en Calcuta, Delta de Gantes Bhopal y Tamil Nadu. Localizaciones donde poco a poco la fundación fue levantando hogares de acogida para niños discapacitados, hospitales y pozos de agua potable. Incluso han restaurado chabolas destruidas por las catástrofes naturales que han devastado la zona. Además, la Fundación 'Ciudad de la Esperanza y Alegría' ha creado programas de minicréditos para prestar ayuda a las mujeres para la elaboración de letrinas, bordados, pastas alimenticias... Con ello, les garantizan la posibilidad de ganarse la vida de forma digna. Todo ello se consigue con el esfuerzo de un equipo de seres humanos concienciados con la necesidad de prestar su mano a los demás. «Hemos sido como hormiguitas, intentando decir que sí a todo. Somos como un rompecabezas donde hay piezas grandes, medianas y pequeñas, pero todas igual de importantes. Cualquier aportación es buena. No solo a través de un donativo, también se puede ayudar con ideas, con contactos, con una canción o viajando a los destinos donde llevamos acabo nuestra obra», subraya la presidenta de la organización. Lo mas importante para esta entidad es la acción que bebe de su entrega y amor. Una acción que ha logrado grandes proyectos en los últimos años repartidos por las zonas más necesitadas del mundo. Entre los años 2005 y 2007 consiguieron levantar la Escuela de Formación Profesional para 1400 jóvenes marginados en Tamil Nadu y hoy continúan luchando por lograr becas para los estudiantes más necesitados, que por 520 euros pueden cursar estudios durante todo un año.
Proyectos solidarios
En 2009 su amor al prójimo les llevó a inaugurar el Orfanato St. Joachim's Anbagam para 250 niños y niñas huérfanos y abandonados que vivían en pésimas condiciones. De igual forma nació el Hogar 'San Martín' en El Salvador, y el Hospital COHAJ ( City of Hope and Joy) en el sureste de India con la misión de rescatar al pueblo del tsunami que destruyó la zona y dejó a más 50.000 personas sin asistencia sanitaria.
Hoy, el corazón fucsia y naranja, colores de la organización, lucha también en zonas como Ecuador y Perú. Y es que, todo esfuerzo es poco para lograr que el motor del mundo sea el cariño. «Lo que más reconforta es poder salvar a otro ser humano. Ver la sonrisa de un niño o de una madre gracias a la esperanza», expone Moreno.
En definitiva, un sueño común cargado de energía positiva. Para colaborar solo hay que entrar en la página web de la fundación www. fcesperanzayalegría.org o llamar al número de teléfono 913106962.