
Perdona, pero quiero separarme de ti
Actualizado: GuardarAlex y Niki están más enamorados que nunca, acaban de regresar del faro en la isla de Blu donde han vivido días inolvidables... Así de prometedor arranca el argumento de la última novela de Federico Moccia, titulada 'Perdona, pero quiero casarme contigo'. Belén Esteban ya la está leyendo. El otro día la inmortalizaron en la tumbona de una piscina de Benidorm, devorando dicho libro. Paradójicamente, tal como suele ocurrirles a las heroínas trágicas, su vida discurre por cauces opuestos. Ayer, la revista 'Lecturas' anunciaba en su portada que Fran, el marido de Belén, se ha ido de casa por enésima vez. Y que esta (ya van unas treinta y tres) podría ser la ruptura definitiva. Así que si hubiera que ponerle un título al novelón en el que se ha convertido la vida de esta chica, ahora mismo no sería 'Perdona, pero quiero casarme contigo', sino 'Perdona, pero quiero separarme de ti'. Y eso no lo firmaría Moccia. La novela que lee la Esteban comienza (así, sin complejos) con un manido 'Te quiero'. Estos best-sellers para adolescentes son a la literatura lo que la bollería industrial a la gastronomía; una experiencia semejante a darse un atracón de melocotones en almíbar y beberse luego el caldo. Y ojo que Belén Esteban es diabética... Pero en el momento presente hay tanta amargura en su vida que por lo visto necesita edulcorarla. En una foto publicada ayer en 'Lecturas', la diva de San Blas aparece llorando. Y de nuevo en la piscina, escenario poco propenso al drama. En otra, sin salir jamás del solarium, Belén abraza a su hija Andrea que, ahora sí, ya se come todo el pollo pues hay que ver lo grande que está. Fran, su todavía marido, se ha mudado, según dicen, a un apartamento en Madrid cercano al recinto ferial. En otro recinto ferial, el plató de Sálvame, especulaban ayer con la posibilidad de que haya pedido ya los papeles del divorcio.
Dicen los expertos, y confirman las estadísticas, que las separaciones matrimoniales aumentan considerablemente a la vuelta del verano. Tras un periodo de mayor roce y convicencia, la pareja descubre que no se soporta. El marido de Belén Esteban no ha necesitado agotar las vacaciones. Para llegar a esa conclusión le han bastado dos semanas. Y no es el único. Guti también ha roto (por segunda vez) con su última novia, Noelia López. Lejos de 'doparse' con libros para adolescentes, el futbolista ha decidido inventar su propia literatura romántica. Ha ido a Twitter y ha plasmado reflexiones filosóficas como esta: «Cuánto tiempo de soledad no deseada, todavía pienso si merece la pena amar y desear, luego lo único que queda es el vacío que se siente dentro». Desde el hamletiano 'To be or not to be' no se había conocido una paradoja de semejante calado. A eso le añade Guti un poco de sacarina y... ¡Tiembla Moccia!