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Presión a los países con déficit elevado
España considera que la medida no le afecta, porque no prevé desviaciones en sus cuentas y no recibirá ayudas en el futuro Merkel y Sarkozy abogan por quitar los fondos a los estados que no achiquen sus números rojos
MADRID. Actualizado: GuardarLa canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tienen ideas muy claras para disciplinar a los países menos ricos de la zona euro. Quieren utilizar los fondos comunitarios para 'convencer' a los países beneficiarios de que deben cumplir los compromisos adquiridos en sus planes de ajuste y recortar los déficits en los términos pactados. En una primera fase, plantean que la Comisión vigile estrechamente los cumplimientos, e incluso sugieren que con los recursos improductivos o mal utilizados se dote un nuevo fondo, gestionado por el Ejecutivo comunitario y orientado a programas de crecimiento y competitividad.
Puesto que las actuales perspectivas financieras o presupuesto plurianual comunitario vencen en 2013, el máximo rigor vendrá después. Los dos dirigentes proponen incorporar cambios sustanciales al reglamento de los fondos de cohesión y estructurales, de manera que se pueda suspender el pago de las cantidades a los países que no atiendan las recomendaciones que se les formulen para rebajar los déficits considerados excesivos.
Estas propuestas se exponen con todo detalle en la carta que los dos mandatarios han remitido al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. España, que todavía recibe fondos estructurales y de cohesión, considera que la iniciativa no le afecta porque, en la fase actual del presupuesto comunitario, está cumpliendo tanto los objetivos de los proyectos como las recomendaciones de recorte del déficit. «No nos damos por aludidos», fue la única respuesta del ministro de Fomento, José Blanco, a esta iniciativa.
En realidad, España se encuentra en fase de salida de las ayudas comunitarias, y si todavía sigue siendo receptor neto de los presupuestos de la UE es porque la crisis ha rebajado la dimensión relativa de su Producto Interior Bruto y, en consecuencia, también su aportación. Pero hay proyectos en las comunidades de rentas más bajas y programas de empleo que continúan recibiendo fondos comunitarios.
La dotación total a cobrar por España entre los años 2007 a 2013 fue establecida en 31.457,44 millones de euros (a precios de 2004) y para el ejercicio 2011 está previsto recibir 3.869,47 millones en transferencias de fondos estructurales (Feder y Fondo Social Europeo) y otros 1.186 millones de ayuda transitoria, en concepto de fase de salida del fondo de cohesión. Estas cifras suponen unos recortes anuales del 15,5% y el 40%, respectivamente.
La carta de los líderes de Francia y Alemania a Van Rompuy incorpora otros detalles relevantes. Matiza, por ejemplo, que el establecimiento de una tasa sobre las transacciones financieras no va por ahora más allá de la petición de ambos dirigentes a sus respectivos ministros de Finanzas para que elaboren antes de septiembre «una propuesta común con la que contribuir a la reflexión emprendida por la Comisión Europea sobre esta materia».
«Instrumento clave»
Al Ejecutivo comunitario le ha parecido un refuerzo considerable en sus tesis. La tasa es, en su opinión, «un instrumento clave para garantizar que el sector financiero aporte una contribución justa a las cuentas públicas».
De mayor calado es la propuesta para reforzar la gobernanza de la zona euro mediante la creación de un «verdadero gobierno económico», que minimiza la función de Juncker y el Eurogrupo.
Los deberes para los países se concretan a continuación. Antes de que concluya 2011, todos los Estados de la zona euro cuyo nivel de deuda exceda el 60% -la mayoría, incluido España- tendrán que presentar un plan de reducción de esta magnitud, tomando en cuenta el impacto que sobre las cuentas públicas futuras tendrá el envejecimiento de sus poblaciones. Por descontado, los líderes de Francia y Alemania instan al resto de los socios de la moneda común a poner en marcha de inmediato las recomendaciones que les ha formulado Bruselas para consolidar sus cuentas y reformar sus mercados, en particular el laboral, así como para aplicar los cambios ya apuntados en sus sistemas de pensiones.
Como ya destacaron en su comparecencia conjunta, los líderes de Francia y Alemania postulan que los socios del euro incluyan en sus legislaciones nacionales de mayor rango -las respectivas constituciones, o normas equivalentes- la 'regla de oro' del equilibrio presupuestario antes del verano de 2012. Y también animan a sus colegas a sumarse a la plataforma que promoverá la Comisión para armonizar la fiscalidad sobre los beneficios de las empresas.