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MERCADOS | MADRID

El miedo a una recesión lleva al Ibex a un desplome del 4,7%

Cunde el miedo entre los inversores europeos y los principales selectivos continentales se derrumban arrastrados por los bancos y la apertura bajista de Wall Street

CRISTINA VALLEJO
MADRIDActualizado:

Aciaga sesión bursátil la de hoy. El informe de Morgan Stanley, en el que rebajaba las previsiones de crecimiento y en el que advertía de que Europa y Estados Unidos se acercan peligrosamente a la recesión, que llegaría en los próximos seis o doce meses, es el que mejor resume el sentimiento que hizo que los inversores huyeran a marchas forzadas de los mercados de renta variable. Y, quizás, uno de los factores que más miedo mete es uno de los comentarios que realiza este banco de inversión americano: gran parte de la culpa del reciente deterioro económico reside en los errores cometidos por los políticos. Tal es la severidad del empeoramiento de la situación que observa en las economías que Morgan Stanley considera necesario que el Banco Central Europeo dé un giro de 180º a su política monetaria y baje los tipos de interés el año que viene.

Las pérdidas del Ibex y del conjunto de los índices de renta variable fueron de menos a más. Durante la primera hora y media de operativa se estuvo moviendo en el entorno de los 8.600 puntos.

Pero, a las once de la mañana, según rumores que circularon en el parqué, un error de operativa con los futuros del Dax provocó que se dispararan las órdenes de venta en los parqués europeos. Además, los datos macroeconómicos en el Viejo Continente no ayudaban: la actividad del sector de la construcción aceleró su ritmo de caída, al tiempo que la confianza de los consumidores holandeses empeoró mucho más de lo previsto, al igual que su tasa de paro. El Ibex-35 se movió entre las once y las dos de la tarde en la horquilla situada entre los 8.400 y los 8.500 puntos.

Malas noticias de Wall Street

Entonces llegaban las primeras noticias de Wall Street: los futuros sobre los principales índices venían con pérdidas de alrededor de un 2%. A las dos y media se conocían los primeros datos macroeconómicos de la sesión americana. En primer lugar, el IPC, que subió un 3,6% en julio, en lectura interanual, por encima del 3,3% previsto por los analistas. También la inflación subyacente subió más de lo esperado. ¿Malas noticias? Con ello, la Reserva Federal puede tenerlo más difícil para justificar una nueva ronda de estímulo monetario. También malo fue el dato de paro semanal, que aumentó más de lo esperado, hasta las 408.000 nuevas solicitudes de desempleo, frente a las 400.000 que ese esperaban.

Mientras, el índice de actividad manufacturera de la Fed de Filadelfia correspondiente al mes de agosto sufrió una fuerte contracción desde los 3,2 puntos positivos de julio hasta los 30,7 negativos de agosto. Este dato, según los analistas de Banco Sabadell implica un empeoramiento del ritmo de crecimiento del PIB en el tercer trimestre. Y malas vibraciones también procedentes del sector inmobiliario: las ventas de las viviendas de segunda mano cayeron un 3,5% en julio, cuando se esperaba una mejora del 2,7%.

La única buena noticia de la sesión vino de la mano del indicador de indicadores, que subió un 0,5%, tres décimas más de lo esperado. Pero el mercado se quedó con lo malo, imbuido de un espíritu más que negativo respecto a la economía.

De hecho, las dudas económicas cotizaron de manera diáfana en el mercado de deuda. Ya lo llevamos contando muchos días, pero hoy el movimiento se aceleró. Así, el interés de los bonos alemanes a diez años bajó hasta el 2,08%, un mínimo histórico, desde el 2,20% de la sesión anterior. Y lo mismo sucedió con los americanos. Esto lo que significa es que los inversores se refugian en las deudas más seguras del mundo, suben los precios de los bonos y bajan las rentabilidades.

Primas de riesgo

Ello tuvo un efecto colateral y es que las primas de riesgo de los bonos españoles e italianos se ampliaron. En España, del 2,75% en que se situaba al cierre del miércoles, hasta el 2,90% del jueves, con el interés del diez años avanzando del 4,95% hasta el 4,99%. La prima de riesgo de la deuda italiana se amplió del 2,72% hasta el 2,86%, con la rentabilidad del diez años subiendo del 4,92% hasta el 4,95%. Mientras tanto, el euro cayó ligeramente con respecto al dólar hasta situarse por debajo de 1,44 unidades.

El oro también actuó de refugio ante la desaceleración económica global y el riesgo de recesión. En algún momento de la sesión llegó a superar ampliamente los 1.800 dólares por onza, marcando el máximo de la jornada en los 1.826 dólares. Al cierre, se cambiaba por poco más de 1.800.

Otro síntoma del miedo a la recesión se encuentra en la cotización del crudo, que hoy cayó con mucha fuerza. El barril de Brent, de referencia en Europa, bajaba más de tres dólares, hasta los 107. Mientras, el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se cambiaba por 83 dólares, cuatro por debajo del nivel de cierre de la sesión anterior. Y, claro, todas estas referencias cotizaron drásticamente a la baja en las Bolsas. Con Nueva York abriendo con fuertes descensos y esos mediocres datos, el Ibex marcó sus mínimos intradiarios en los 8.166 puntos. Remontó algo en la última hora y media de sesión y dio un último cambio en los 8.317,70 puntos, lo que supone un descenso del 4,70%, la segunda mayor caída del año tras la del pasado 10 de agosto cuando bajó un 5,49%.

El Ftse Mib fue el peor índice de todos, con un recorte del 6,15%. A continuación se situaron el Dax alemán y el Cac 40 francés, con una caída del 5,82% y del 5,48%, respectivamente. Mejor comportamiento firmó el Ftse 100 británico, que cayó un 4,49%.

Mapfre se salva

En el selectivo español, únicamente Mapfre se salvó de los descensos: avanzó un 0,51%, después de que S&P reafirmara su calificación crediticia con perspectiva estable.

Entre los mejores, aunque ya en rojo, dos valores financieros, Sabadell y CaixaBank, que sufrieron descensos de un 1,15% y de un 2,30%, respectivamente. Los otros pocos valores que perdieron menos de un 3% fueron Ebro, BME y Enagás. En el otro lado de la tabla, valores cíclicos y endeudados. El más castigado fue Abengoa, con un descenso del 8,02%. Le siguió ArcelorMittal, con un recorte del 7,62%. Sacyr Vallehermoso y Gamesa también perdieron más de un 7%. Mediaset, Técnicas Reunidas y OHL, más de un 6%.

Entre los grandes, los descensos más importantes fueron para BBVA, que cayó un 5,76%. Iberdrola y Repsol YPF retrocedieron un 5,49% y un 5,24%, respectivamente. Telefónica se hundió un 4,76%. Fuera del Ibex, sólo diez valores lograron terminar la sesión en positivo. Entre todos, los que más subieron fueron Miquel y Costas, Uralita e Iberpapel: los tres ganaron más de un 3%.

En el otro lado de la tabla, Tubacex, que perdió un 9,07%, seguido de GAM, que retrocedió un 8,97%. Nicolás Correa, Urbis, Nyesa y Prisa se dejaron más de un 8%. En el Eurostoxx 50, los valores más castigados fueron los financieros: Société Générale sufrió un recorte de más de un 12%, Intesa SanPaolo, de más de un 9%, ING, de más de un 8%; Unicrédito y Crédit Agricole, de más de un 7%. Desplomes generalizados, que también llegaron a los bancos alemanes que no cotizan en el selectivo paneuropeo: Commerzbank retrocedió más de un 10%. En el sector financiero metió mucho miedo el hecho de que en Estados Unidos se estuvieran investigando las debilidades de los brazos financieros que los bancos europeos tienen en el país.