RATÓN
Actualizado:Para los que no tendremos la oportunidad de arrimar las carnes blandas a este astado, famoso por su puntería, he preparado una lista de 'ratones' que nos pueden embestir, por ejemplo, hoy. Porque, a estas alturas, buscar un razonamiento a nuestra tendencia morbosa, o intentar comprender esa extraña cualidad de poner nuestra vida en juego, se me antoja un imposible. Somos adictos al riesgo, somos carne de cañón y de cuernos. Advierto al lector sensible, o que esté pasando una mala racha, que abandone el artículo en esta misma línea, esto es solo para gente que sería capaz de pagar la entrada para ver al ratón asesino. Va por ustedes, que suenen los clarines, que abran el portó: Hoy, le pueden diagnosticar una enfermedad incurable, ole; hoy mismo, su pareja, su amada o amado, puede estar iniciando una relación sentimental con algún vecino, ole; esta tarde, puede recibir una llamada de su empresa en la que le comuniquen que las vacaciones se le van a prolongar indefinidamente, solo le va a quedar el derecho a manifestación con pancarta, ole; la prima de riesgo se va a tirar a las vías del tren de alta velocidad y su plan de pensiones va a mermar más si cabe, ole; un alemán borracho, en su santo derecho de tirarse desde el balcón de su hotel, va a confundir su tumbona con la piscina y va a caerle encima, ole; ahora, mientras se bebe una caña en el chiringuito de Manolo, un retén del crimen desorganizado podría estar entrando en su domicilio habitual y revolviendo sus cajones más íntimos, ole; hoy, le puede decir el mecánico que toca cambio de ruedas y de correa del ventilador, ole; hoy, se puede conocer la decisión que nos dejaría sin las dos primeras jornadas de liga - perdón por ser tan duro-, ole; su hijo, en plena comida, le puede anunciar que está coqueteando con los indignados y que se va de casa a ensuciar las calles, ole; imaginen que el Papa no viene porque está afónico, ole; imaginen que lo de Cesc Fábregas es una inocentada y que, en realidad, sigue en el Manchester, ole. Y todo esto, sin cobrarle entrada. La vida está llena de ratones. Si quieren, pasen mal día.