Nuria Roca ahora es la imagen del canal Divinty. :: ROBERTO GARVER
a quemarropa / nuria roca, presentadora

«Lo bueno del sexo es practicarlo y no hablar de él»

Estudió arquitectura, pero nunca ha ejercido. Admite que tiene cara de niña pija y que jamás se iría a vivir con una tribu porque, según dice, «soy de las de antes muerta que sencilla»

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– ¿Lo de Roca es porque es muy fuerte?

– Soy muy dura en muchos aspectos, pero también muy sensible en otros.

– ¿Se ve yéndose con su prole a vivir en taparrabos?

– No. Eso es muy duro y yo soy muy urbanita.

– Como buena valenciana: ¿cuántas paellas caen a la semana?

– Comería todos los días, como se hacía antiguamente en mi tierra; pero me controlo y a lo mejor como una vez a la semana.

– ¿Y lleva horchata en sus venas?

– Soy de sangre caliente y la horchata caliente no está buena; la horchata debe estar fresquita.

– Tras el tercer embarazo, ¿hizo la dieta del cucurucho?

– (Risas). Hice una dieta superdura porque tenía que perder los kilos de todo lo que me había comido. Me conozco casi todas las dietas.

– O sea, que nada de bocadillo de chorizo....

– Ahora sí que me los puedo comer, pero hace unos meses no.

– ¿Cómo se pondría si la pillaran en bikini luciendo michelines?

– Afortunadamente todos tenemos algún que otro michelín, salvo los cuerpos esculturales. No pasaría absolutamente nada, yo también los tengo.

– Tanto hablar de sexo, ¿no le satura o se le quitan las ganas?

– No, porque lo bueno del sexo es practicarlo y no hablar de él.

– ¿Ha puesto alguna vez la excusa de que le dolía la cabeza?

– Pues... alguna vez sí (risas).

– ¿Usted es divina de la muerte?

– Soy de las de antes muerta que sencilla.

– Vamos, que no sale a la calle si no va perfecta...

– Para mí la perfección pueden ser unos vaqueros y una camiseta. Aunque no cojo cualquier cosa sin pensar. Me gusta arreglarme.

– Perdone que le diga, pero tiene carita de niña pijita...

– Eso siempre me lo han dicho, lo que pasa es que con la edad eso se te va yendo. Se te va poniendo cara de saber más, afortunadamente.

– ¿De pija entonces nada?

– Nada. Que me gustan las cosas buenas, sí, pero eso se aleja bastante del concepto pijo.

– Su último libro se titula ‘Para Ana de tu muerto’. ¿Habla usted con los muertos?

– Para nada. No, no. Los muertos en su sitio. Me interesa poco lo que hay después.

– ¿Tiene un negro para escribir?

– Soy bastante negra, soy muy morena (risas).

– Su marido fue crítico taurino, ¡cuidado con los cuernos!

– Lo fue hace más de diez años. Los cuernos... pues depende de lo que tú hayas hablado con tu pareja. Hace falta hablar estas cosas.

– ¿Cuál es la plaza más difícil en la que ha toreado?

– Algunos platós muy complicados y muy divertidos a la vez.

– ¿Le hubiera gustado protagonizar una boda real?

– Ni hablar. Verlas me gusta mucho, pero protagonizarlas no.

– ¿O mejor le hubiera gustado un besazo a lo Iker y Sara?

– ¡Quien no haya tenido un beso así en su vida mal va! Lo importante es que te des un beso sincero; quien lo vea o quien lo disfrute es otro tema.

– Es una de las mujeres mejor calzadas de España, ¿su zapatero es mayor que el de Ana Rosa Quintana?

– No lo creo. Tengo muchos zapatos, pero me imagino que Ana Rosa tiene más.

– ¿Qué tal lleva el botox? Ni siquiera en los talones para soportar los taconazos...

– ¡No me lo puedo creer! No me he puesto nunca botox ni nada por el estilo. Soy bastante anti.

– Y de arquitectura nada...

– Para admirarla.

– Ni siquiera para reformar su casa hace los planos...

– ¡Eso sí que lo he hecho! Quizás por deformación profesional.

– ¿Qué es más difícil: la arquitectura o la tele?

– La arquitectura no la he ejercido, así que la tele.

– ¿Ha pensado pedirle royalties a Shakira por el ‘Waka waka’?

– Yo no debería pedírselos, porque no es mío, pero la verdad es que se parece bastante al ‘Waku Waku’ (risas).

A LA DE TRES

1– ¿Cuándo fue la última vez que...

– me comí una paella? Hace mucho tiempo.

2– ¿Cuál ha sido el último capricho que se ha dado?

– Unos zapatos.

3– ¿Cuánto le debe al banco?– Prácticamente la vida, como todos los españoles.