Merkel y Sarkozy buscan un punto de encuentro en defensa de la zona euro
Pese a las diferentes posturas, los dos líderes tienen que mostrar unidad para combatir los ataques de los especuladores
MADRID.Actualizado:El presidente francés Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, están condenados a entenderse. Su cita de hoy en París -en pleno agosto, en momentos en que la crisis de la deuda soberana europea ha sobrepasado Italia y amenaza extenderse a Francia-, no puede saldarse con un desencuentro. Por más que los respectivos portavoces hayan tratado de enfriar las expectativas, y los expertos evoquen las abundantes diferencias que separan a los dos líderes europeos, el restablecimiento de la confianza en la zona euro pasa por su capacidad de alcanzar unas propuestas comunes que, además, sirvan para dinamizar los cambios ya apuntados en el último Consejo Europeo del 21 de julio. Todo apunta a que los dos dirigentes acordarán, al menos, poner todo el empeño en sacar adelante cuanto antes esos acuerdos.
Sin embargo, la supervivencia de la zona euro puede estar en juego. Mientras Merkel mantenía sus planes de vacaciones, dos mandatarios europeos, el francés Sarkozy y Berlusconi, tuvieron que volver apresuradamente a sus despachos para hacer frente a una virulenta ofensiva de los especuladores en los mercados, que hundieron el valor de los bancos galos en Bolsa -con rumores de una rebaja de la calificación crediticia del país, y hasta de la falta de liquidez de una entidad financiera de considerable tamaño- y dispararon el coste de la financiación pública del país transalpino hasta niveles desconocidos desde que existe la divisa común.
Empujado por el Banco Central Europeo, que le impuso esta condición para acudir al rescate con compras de deuda en el mercado secundario, Berlusconi tuvo que acelerar un nuevo y drástico paquete de medidas de ajuste que tendrá dificultades para sacar adelante, por la oposición de fuerzas políticas y sociales. Italia prevé ahorrar unos 45.500 millones de euros en dos años con este nuevo plan de austeridad anunciado el viernes y espera poner fin a los ataques especulativos. Estas nuevas medidas se suman a las adoptadas a mediados de julio por el Parlamento italiano por un total de unos 48.000 millones de euros. Francia tiene previsto anunciar el próximo 24 de agosto severas medidas presupuestarias para que el déficit vuelva a ser inferior al 3% del PIB.
Los ataques de los mercados han coincidido, además, con la constatación de una nueva fase de parón económico. El Producto Interior Bruto de Francia se estancó en el segundo trimestre. La evolución de Alemania se conocerá hoy, en la misma fecha en que el INE español dará a conocer los datos de la economía nacional, que también habrá sufrido -según apuntó el Banco de España- una ligera desaceleración en ese periodo.
Desaceleración
En este clima de incertidumbre y zozobra, los líderes europeos no pueden permitirse el lujo de dar señales de disensión, ni siquiera de falta de firmeza en la consecución de los objetivos. Por eso, la presidencia francesa ha enfatizado que Sarkozy y Merkel van a intentar elaborar «propuestas comunes» sobre la reforma de la gobernanza de la zona euro.
Desde Alemania, los más diversos agentes -desde miembros del Gobierno a políticos de la coalición que sostiene al Ejecutivo, pasando por grupos periodísticos de referencia- se han encargado de difundir el mensaje de que «ya se ha llegado al máximo» en las ayudas a los países más vulnerables de la zona euro. Nadie quiere hablar de aumentar la cuantía del fondo de rescate, ni mucho menos de la emisión de eurobonos que puedan servir de respaldo para las economías más débiles consigan financiación más barata. Puesto que se acabó la fiesta -defienden- ahora toca pagar la factura con sacrificios.
La canciller Merkel no ha hablado en los últimos días. Lo han hecho los ministros de su Gobierno. «No se puede ir más allá. No se pueden unificar las deudas ni brindar ayuda al infinito. Hay mecanismos de apoyo que se puede seguir modificando en condiciones estrictas», declaró el sábado el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble. «Vamos a reforzar sensiblemente el pacto de estabilidad» que prevé sanciones para los países miembros de la zona euro que tengan un déficit presupuestario superior a 3% del PIB, declaró.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, insistió en que ni España, ni Italia ni Francia van a necesitar acudir a los fondos de rescate creados en la eurozona para acudir en auxilio de los países vulnerables.