Cesc Fábregas, nuevo fichaje del FC Barcelona, durante su presentación ante los aficionados en el Camp Nou. :: ALBERT OLIVÉ / EFE
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Cesc, al fin azulgrana

El centrocampista fue presentado con el '4' a la espalda que le auguró Pep Guardiola cuando él era un niño «Es el camino más difícil, pero el que más placer me da», asegura el jugador

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Trece años tenía Cesc Fàbregas cuando recibió un regalo que le levantó el ánimo. Rodolfo Borrell, su entrenador en los infantiles del Barça y ahora técnico en el fútbol base del Liverpool, advirtió que aquel niño que tan alto apuntaba llevaba unos meses sin levantar cabeza, muy afectado por la separación de sus padres. Sabiendo que Guardiola era su referencia futbolística porque jugaba en su posición, le pidió una camiseta dedicada. «Un día llevarás el 4 del Barça», escribió Pep, al corriente de la proyección del chaval. Y la firmó al lado del dorsal que once años después, ya luce el centrocampista, presentado ayer en el Camp Nou ante 35.000 espectadores.

«Rodolfo y Guardiola ni se imaginan cuánto me ayudó aquel detalle», ha comentado en alguna ocasión Cesc, que en el acto que puso el punto final al culebrón de los últimos tres veranos tuvo la oportunidad de agradecer al técnico del Barça por volver a apostar por él, en esta ocasión no con una dedicatoria, sino pidiendo a la directiva azulgrana su fichaje pese a su elevado coste.

El vicepresidente primero del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, detalló por fin el montante económico de una operación que puede ascender a los 39 millones de euros. De ellos, 29 serán fijos y se abonarán en dos partes: la primera mitad en los próximos días y la segunda a finales de septiembre. A ellos hay que sumar el millón anual de ficha que Cesc perdona y que el Barça transferirá cada doce meses al Arsenal. Y, por último, otros cinco millones de variables ligados a los títulos que coseche el Barça en este lustro. El Arsenal se salió con la suya y parecen asequibles a tenor de la trayectoria reciente del Barça: si con Cesc se conquistan dos Ligas y una 'Champions' el Barça pagará dos millones por cada trofeo doméstico y uno más por el europeo. Podrían haber sido 40, pero el Barça logró descontar un millón de euros por los derechos de formación de los cadetes 'robados' por Arsène Wenger hace un par de meses, Jon Toral y Héctor Bellerín.

Tras pasar la revisión médica, firmar el contrato con una cláusula de rescisión de 200 millones de euros y recibir el cariño de la afición, Cesc comenzó su rueda de prensa reconociendo que sabe que no tiene a todo el mundo a su lado. «Quizá haya mucha gente dolida, supongo que no es fácil volver a confiar en un jugador que se fue en categorías inferiores. Sé que algunos me van a exigir el doble, pero estoy seguro de que puedo convencerles con mi trabajo», explicó en referencia a su marcha del club en 2003 para triunfar en un Arsenal del que acabó siendo el capitán.

«Gracias a Dios, tenía muchas opciones, pero al final he cogido el camino más difícil pero que más placer me puede dar. Sé que este es el desafío más grande que tendré en mi vida, que voy a competir por un puesto con los mejores jugadores del mundo, pero no tengo miedo. Quizá hace tres años no estaba preparado para volver, pero ahora estoy mentalmente preparado para todo», manifestó, matizando que «estoy muy mal acostumbrado porque siempre lo he jugado todo, incluso enfermo o medio lesionado, pero ahora soy más maduro para aceptar cualquier situación y asumir el rol que me toque».

Habló con emoción de su exentrenador Arsène Wenger, «un segundo padre para mí para el que no tengo suficientes palabras de agradecimiento. Si hoy estoy aquí, gran parte es gracias a él. Siempre lo voy a tener en mi cabeza y en mi corazón». Y dedicó palabras de respeto al Madrid respecto a una posible oferta anterior de la que no quiso hablar: «Siempre me han tratado muy bien, cuando me han llamado y cuando no ha sido así».

Tras asegurar que ya está en condiciones de jugar en la vuelta de la Supercopa, Cesc también quiso resaltar el gesto de Thiago de cederle el '4' que tenía derecho a elegir y decantarse por el '11'. «El número no es importante, pero Thiago me lo ha cedido en un gesto que le honra porque es un dorsal especial para mí», comentó.