«En mi empresa está mal visto pedir la totalidad de la baja»
Carlos acaba de ser padre y admite no haber disfrutado de sus derechos
CádizActualizado:Carlos Fuentes es un gaditano que acaba de ser padre, es su primera hija y desearía dedicarle el mayor de los cuidados. Lleva muchos años trabajando para una misma empresa, pero eso no le da garantía para solicitar los quince días de libranza que le corresponden e irse a casa a disfrutar de su niña con tranquilidad. Desde antes del nacimiento ya tenía claro que no reclamaría la totalidad de la baja paternal que tiene derecho a recibir por ley, porque, cuenta «en mi empresa está mal visto que se pidan todos esos días libres, solo me he cogido algunos días y me he reincorporado a mi puesto de trabajo lo antes posible».
La historia de Carlos es la historia de otros muchos padres y madres que prefieren seguir trabajando por el temor a que se tomen represalias contra ellos. Cuenta que su empresa es una conocida entidad bancaria, pero no se atreve a desvelar su nombre. El mismo miedo que le llevó a rechazar un derecho recogido en el Estatuto del Trabajador es el que ahora le impide revelar para qué empresa trabaja.
Para el secretario de Acción Sindical y Empleo de UGT Cádiz, Miguel Abreu, un caso como este es «la obviedad de que cada vez disfrutamos de menos derechos sociales y que, a veces, cuando los tenemos no los podemos aprovechar». Sin embargo, explica que «a la hora de la verdad ninguna empresa mira si una persona ha tenido o no baja paternal para despedirla, pero aún así es una sensación generalizada».
Carlos admite sentirse «culpable» por no dedicarle a su pequeña todo el tiempo que querría, pero asegura que «no me ha quedado otra e intento pensar que esto también lo hago por el bien y el futuro de ella». Aún así, añade que su pareja sí ha solicitado las 16 semanas que le corresponden y «eso al menos me alivia porque sé que ella está al cuidado de la niña». Esta es otra de las consecuencias de que el padre rehuse de su permiso: La mujer sigue soportando la mayor parte de la carga del cuidado de los hijos. «Tenemos que acabar con estos prejuicios para que haya una reparto equitativo de las tareas del hogar entre el hombre y la mujer», comenta Abreu. En relación a este punto, asevera que «nos queda aún mucha lucha por delante, ya que la desigualdad está todavía entre el número de días de libranza que le corresponden a una madre y los que le corresponden a un padre. Cuando consigamos equiparar esto, podremos hablar de igualdad». Es por este motivo por el que asegura que «para cambiar los datos sobre las bajas maternales y las paternales y sobre el descenso del número de ellas es necesario un cambio de concienciación social, más que laboral».
En el caso de Carlos, él es consciente de que a su empresa no le supondría ningún coste adicional si él pidiera sus quince días, pero explica que «si yo dejara de trabajar durante más tiempo deberían incorporar a otra persona que me supla. O eso o cargar de más trabajo a mis compañeros y eso propiciaría una situación aún peor».
Aunque este caso es el claro ejemplo de la situación de temor entre los trabajadores ante una mercado laboral que se tambalea, puede haber otros motivos que impulsen a un padre a rechazar la prestación por paternidad. El secretario de Acción Sindical de UGT argumenta que otra explicación de la bajada del número de este tipo de prestaciones podría ser el aumento del paro, sin embargo, aclara que «el número de trabajadores en la provincia no ha decrecido tanto como para justificar este descenso de las bajas paternales». De este modo, apunta al miedo como principal causante.
Rosario Iglesias es la secretaria de Mujer de CCOO Cádiz y añade la causa del «desconocimiento». «Muchos hombres no saben aún que aunque el convenio colectivo de su empresa no recoja los quince días, es un derecho reconocido por ley», explica.