PAPELES CAMBIADOS
Actualizado: GuardarEl sentimiento del futbolero, y por ende del cadista, no conoce la mesura. Pasa de la euforia incontenible a la zozobra más absoluta. Y viceversa. Su estado de ánimo fluctúa constantemente, moviéndose por máximos y mínimos, quizás porque la moderación resulte demasiado aburrida en un deporte que no es más que un divertimento.
Sí, es cierto, el Cádiz tiene un ... Mejor no digo nada que ya me estrellé el pasado año. Eso, tiene lo que todos piensan. Futbolista por futbolista cuenta con los mejores nombres de la categoría. Es un conjunto equilibrado, sin fisuras en ninguna línea (el lunar solo se encontraría en ese media punta que no termina de llegar), y bien dirigido desde el banquillo por un técnico con experiencia. El nivel del grupo IV está por los suelos y en los despachos el cadista tampoco tendría por qué preocuparse.
El Trofeo Carranza ha confirmado todas estas buenas sensaciones y ha dejado a muchos aficionados sumidos en una nube. La última victoria ante el Granada mantiene a otros pocos en éxtasis. Ok. Es lógico y respetable, pero desde tan arriba los tropiezos duelen mucho más.
El equipo amarillo ha rayado a un excelente nivel ante adversarios superiores, jugándoles al contragolpe, presionando y saliendo rápido, sin necesidad de elaborar. Lástima que en Segunda B no se encontrará a ningún rival, ninguno, que le juegue como Málaga, Udinese y Granada. Lo que es peor, la mayoría optará por 'robarle' ese papel y esperar agazapado atrás a la espera de que un error haga sonar la flauta. Y si el Cádiz es capaz de ganarle al Málaga, el Sporting Villanueva puede hacer lo mismo con los amarillos.
La pretemporada debe servir para elevar la autoestima del equipo, para que regrese la ilusión, pero no para adquirir un exceso de confianza peligroso de principio a fin. Y es que dentro de solo una semana ya jugaremos con los papeles cambiados.