Miles de personas exigen en San Sebastián la legalización de Sortu
El comunicado final de la izquierda abertzale rechazó «sin paliativos» los ataques a los monolitos en recuerdo de dos víctimas de ETA
SAN SEBASTIÁN.Actualizado:Como cada año, un pregón y un cañonazo ficticio dieron comienzo a la Semana Grande de San Sebastián. También como desde hace años, el acto festivo sucedió el comienzo de una manifestación de la izquierda abertzale. Este sábado no fue distinto y varios miles de personas marcharon por el centro de la capital guipuzcoana para pedir la legalización de Sortu, las siglas pendientes de la decisión del Tribunal Constitucional y rechazadas por el Supremo por ser la nueva Batasuna, y el acercamiento a Euskadi de los presos de ETA.
El acto, convocado por el colectivo Eleak, próximo a la izquierda abertzale, circuló bajo el lema 'Euskal Herria libre y legal'. Durante la protesta, que sorprendió a muchos bañistas de La Concha, se pudieron oír gritos a favor de la amnistía a los reclusos de la banda y de la independencia. Lo único que se salió de lo habitual fue que el comunicado final rechazó «sin paliativos» los daños sufridos por dos monolitos en recuerdo de víctimas de ETA.
A la manifestación acudieron los dirigentes de la antigua Batasuna Tasio Erkizia, Niko Moreno y Miren Legorburu, así como Patxi Zabaleta, líder de Aralar, y el alcalde de San Sebastián, de Bildu, Juan Karlos Izaguirre. También había dirigentes de los otros dos socios de la coalición, Alternatiba y Eusko Alkartasuna, y numerosos miembros del colectivo de presos etarras Etxerat. Algunos asistentes echaron en falta la presencia del diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano.
Los organizadores mostraron su total desacuerdo con la decisión del Gobierno vasco de modificar el recorrido original. Las protestas de la izquierda abertzale -con sus diversas siglas- terminaron muchas veces con enfrentamientos con la Ertzaintza y, por eso, el departamento de Interior modificó el recorrido, para evitar que afectase al «normal desarrollo» de las fiestas de San Sebastián y no poner en riesgo «la seguridad de los ciudadanos».
Al final de la protesta, el portavoz de Eleak, Joxean Aguirre, pidió la legalización de Sortu y un cambio en la política penitenciaria del Gobierno. «Una sucesión de pasos y compromisos multilaterales deben asentar el proceso en marcha y convertirlo en irreversible, con renuncia expresa y definitiva al uso de la violencia por todas las partes», señaló.
Aguirre exigió al Constitucional que tome la decisión sobre Sortu «deprisa y de forma clara». Trató de aleccionar a los partidos democráticos y pidió respeto en «el modo de mirar y considerar al oponente». «Incluso al que durante décadas fue enemigo a batir», añadió.
Ni una exigencia a la banda
Para Eleak, «la llave de la solución» radica en que el PSOE y el PP cambien «su actitud» y «abandonen su inmovilismo», pero no hizo exigencia alguna a ETA. Dijo que se debe renunciar a «la tentación» de tensionar a la sociedad vasca con insultos al adversario político, negar el saludo -en clara alusión al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti- o vigilar la situación de la bandera española en los mástiles.
Aguirre, no obstante, rechazó «sin paliativos» el ataque a los monolitos de Juan María Jauregi y Fernando Múgica, asesinados por ETA en 1996 y 2000. «No es admisible que se ataque la memoria de las víctimas de la violencia», declaró, aunque matizó que no hay que olvidar «las amenazas de muerte a alcaldes de Bildu y el asalto a la sede de Etxerat». «El derecho a la memoria colectiva de este pueblo, la convivencia futura, no pasan por el olvido, la exclusión y la ofensa constante contra cientos de muertos y miles de represaliados por la violencia estatal», concluyó.