Un jubilado, la quinta víctima mortal de los disturbios

No era la primera vez que Richard Mannington Bowes, la última víctima mortal de los disturbios registrados en numerosas ciudades inglesas desde hace una semana, se enfrentaba a un grupo de vándalos. Era habitual verle echándole la bronca a los jóvenes del barrio londinense de Ealing, donde residía en un pequeño apartamento desde hacía más de una década, por orinar en la pared de su edificio o tirar basura a la calle. Los mismos chicos que el lunes por la noche terminaron con su vida al atacarle brutalmente cuando el hombre, un contable jubilado de 68 años, trataba de sofocar un incendio provocado por los alborotadores en dos contenedores de un supermercado cercano a su vivienda.

Hasta el momento, la Policía ha detenido a un joven de 22 años por su presunta implicación en la muerte de este hombre «inofensivo» y «solitario» que apenas mantenía contacto con nadie de su familia. La víctima, un excelente pianista, según dicen quienes le conocían, procedía de una familia adinerada de la que se alejó al cumplir los 20 años tras pasar una infancia marcada por la muerte de su padre, médico de profesión.

Richard Mannington se trasladó al barrio de Ealing, al oeste de la capital inglesa, hace más de diez años, donde llevaba una vida discreta, pero muy comprometida con el bienestar de la comunidad. «Solía pasear por el barrio todos los días y siempre lo hacía en pantalón corto. También era habitual verle recogiendo la basura que tiraba la gente a la calle o limpiando las aceras», recuerda un vecino de la víctima, a la que califica como «una persona encantadora».