Los usuarios, junto a los comerciantes, son los principales perjudicados por el conflicto en el transporte público. :: JAVIER FERGO
Jerez

Urbanos Amarillos agota la paciencia municipal en vísperas de la segunda semana de huelga

El Ayuntamiento abre expediente sancionador a la empresa por el «incumplimiento flagrante» del pliego de condiciones del contrato

JEREZ Actualizado: Guardar
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«La empresa incumple casi el cien por cien del pliego de condiciones». La paciencia del gobierno municipal estalló definitivamente ayer, a las puertas de la segunda semana de huelga de los autobuses urbanos que está causando enormes perjuicios a la ciudadanía y a los comerciantes, uno de los colectivos más afectados.

Como ya publicó este medio días atrás, son múltiples los incumplimientos de la empresa concesionaria del transporte urbano respecto a lo establecido en el pliego de condiciones: falta de uniforme de los conductores, mal estado de los vehículos que componen la flota, retrasos en el servicio, etc.

Por ello, el gobierno local ha dado un paso más y ha decidido iniciar expediente sancionador a Urbanos Amarillos «por el incumplimiento flagrante del pliego de condiciones» en palabras de la primera autoridad municipal, María José García-Pelayo, que ayer no se anduvo con rodeos a la hora de denunciar la situación de la prestación del servicio. «La empresa ha cometido faltas leves, graves y muy graves», indicó, algo de lo que LA VOZ se ha venido haciendo eco.

Entre otros incumplimientos, y con el contrato en la mano, el gobierno local ya ha recogido en un informe que no han llegado los 32 nuevos autobuses para completar de renovar la flota, la ausencia de aire acondicionado o la subcontrata de servicios, como el de limpieza, a otras empresas sin comunicarlo al Ayuntamiento. La alcaldesa quiso lamentar profundamente los perjuicios que con la huelga se está causando al ciudadano, la situación que atraviesan los trabajadores y aseguró por ello que «el gobierno no está, ni va a permanecer de brazos cruzados».

Y como prueba de ello, los miembros del gobierno hicieron ayer piña para respaldar a la alcaldesa en la rueda de prensa, que contó con la asistencia del portavoz del gobierno, Antonio Saldaña, la delegada de Participación Ciudadana, Lidia Menacho, y el concejal encargado de coordinar el Plan de Movilidad, Agustín Muñoz.

«Esta decisión y todas las que tomemos se regirán por tres principios: el interés general, que se ajusten al marco de la legalidad, y que se den soluciones definitivas, no 'parcheos' como se hacía antes», dejó claro la primera autoridad municipal en la sala de prensa. Asimismo, añadió, «nuestra obligación es garantizar la prestación de un servicio de calidad y velar para que se cumplan las cláusulas del contrato con la empresa, porque para eso los ciudadanos pagan los impuestos. Así que no podemos mirar hacia otro lado».

Está claro que, en vísperas de la segunda semana de huelga, el vaso de la paciencia del Ayuntamiento ha quedado colmado. Respecto a las sanciones, tal y como ha informado este medio, la alcaldesa corroboró que la cuantía de las multas puede ir desde los 100 a 400 euros para los casos leves; al 15% del importe anual del contrato en los más graves, lo que significa cantidades que pueden rebasar el millón de euros.

Deuda con el Consistorio

Por otro lado, García-Pelayo aclara que «Urbanos Amarillos debe al Ayuntamiento de Jerez actualmente 3.275.000 euros, y el Ayuntamiento adeuda a la empresa 2.090.000 euros, como consecuencia del contrato provisional que se firmó hasta mayo del 2007; lo que supone un saldo a favor del Ayuntamiento de 1.185.000 euros».

Asimismo, «tal y como se refleja en el pliego de condiciones el Ayuntamiento tiene la obligación de pagar un canon anual y no mensual, aunque eso no impide al Ayuntamiento poder realizar pagos mensuales», dejó claro la alcaldesa. Es decir, «no pueden ponernos contra las cuerdas obligándonos a hacer abonos mensuales».

La primera semana de huelga en el servicio del transporte urbano finaliza esta semana con unos jerezanos resignados a sufrir siempre las consecuencias del conflicto entre empresa y trabajadores. El Ayuntamiento ha decidido esta vez coger el toro por los cuernos y emplearse a fondo para solucionarlo.