Motivos para Garitano

Durante años, Martin Garitano ha escrito y hablado a favor de los terroristas de ETA encarcelados, de los terroristas de ETA a los que les estallaba una bomba cuando iban a asesinar a ciudadanos, de los terroristas de ETA trasladados de cárcel. Sin embargo, no se podrá encontrar en él ni una línea, ni una palabra, no ya de apoyo a las víctimas provocadas por la banda terrorista, tampoco la más leve empatía con ellas.

Bien, hoy este individuo es diputado general de Guipúzcoa tras un resultado electoral en el que se ha premiado la ausencia de asesinatos terroristas desde hace dos años. Ha tenido ocasión de haber mostrado su solidaridad con todas y cada una de las víctimas mortales o heridos por atentados que se han producido mientras él escribía en determinado periódico u opinaba en determinada radio o televisión. No lo ha hecho. Ese es su pasado. Pero en su presente como cargo institucional relevante de los guipuzcoanos debería estar el reconocimiento de que en este país ha habido una banda que se ha dedicado a asesinar a concejales y políticos del PP y del PSOE, a policías, guardias civiles, militares, empresarios, transeúntes o propietarios de concesionarios de vehículos de marca francesa, entre otros. El actual diputado general no puede alegar ignorancia, tiene que saber que esos asesinatos se han producido, aunque solo leyera su periódico. Dice que está con el sufrimiento de los presos terroristas. Debe saber que las víctimas de esos asesinos se cambiarían por ellos: produce infinitamente más sufrimiento ir al cementerio a ver la tumba de tu hijo que ir a la cárcel a hablar con tu hijo vivo.

Tiene el actual diputado general al menos 311 razones para reconocer la existencia de víctimas del terrorismo. 311 personas han sido asesinadas en Guipúzcoa por la banda terrorista a la que nunca él ha condenado, ni siquiera criticado, tampoco reprochado. No hay semana del año en la que no se haya producido en Guipúzcoa un crimen terrorista.

Cada uno tiene su pasado y no puede ser lo mismo haber estado entendiendo y justificando los asesinatos, y apoyando a los asesinos, sin el menor riesgo para el que lo hace, que haber estado denunciando a los asesinos, escribiendo y hablando en contra de ellos, poniendo en riesgo la vida al hacerlo. De manera que ojalá el roce con el cargo institucional haga demócratas a quienes ahora no lo son y los ocupan con sorpresa, ojalá dentro de cuatro años las gentes de Bildu sean los demócratas que hoy no son, pero, para llegar a esa categoría, lo primero que tienen que hacer es reconocer, ya que ha habido una banda terrorista que ha causado muertes, que ha sembrado terror y odio, y que esa banda debe desaparecer del todo para que la libertad en Euskadi sea completa.