Marta Fernández no pisa una peluquería desde hace más de 15 años. ::CUATRO
a quemarropa / marta fernández, presentadora

«No me gusta Brad Pitt, prefiero el macho ibérico»

Dice que es mucho más camionero de lo que parece. Resulta difícil pellizcarle los pómulos y se declara un poco «reina de las autofotos»

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– Da una imagen muy seria...

– Es la imagen que doy, pero soy mucho más simpática, de verdad.

– ¿Qué tal vamos de coquetería?

– Soy mucho más camionero de lo que parezco, aunque me gusta la ropa, la moda...

– Además, le pega mucho el look años 50...

– Tengo un tipo de fisonomía que parezco como de otra época y sí que me va bien un look tipo años 50 ó 60.

– Y le han dado el título de los pómulos más admirados de la televisión...

– ¡Eso no lo sabía yo! (risas). De pequeña tenía un compañero que jugaba a pellizcarme los pómulos, porque como me río tanto los tengo hiperdesarrollados y es difícil darles un pellizco.

– No es la reina de las mañanas, pero tiene otro título...

– ¡Soy la reina de las autofotos! El autorretrato cámara en mano es una técnica que tengo muy perfeccionada.

– Se declara miope, ¿hay mucho miope en la tele?

– Hay bastante miope en la tele. Somos bastantes los que no vemos nada, lo cual es un contrasentido absoluto... pero intentamos ponerle mucha vista a lo que hacemos.

– ¿Eso de ser una frívola con cordura cómo se come?

– Bastante bien. Es una mezcla perfecta porque la cordura sin un poco de frivolidad, sin un poco de reírnos de nosotros mismos, se convierte en algo demasiado aburrido.

– ¿Qué tal como Ángel de Paolo de Vasile? ¿Harán una película?

– Sería divertido. Podríamos plantearnos hacer una peli de ‘Los Ángeles de Charlie’ (risas).

– ¡Cómo puede decir que no le gusta Brad Pitt!

– No me gusta y lo puedo decir desde la convicción de la persona que lo ha visto de cerca. Brad Pitt me defraudó porque no es tan guapo en persona, aparte de que a mí es un tipo de hombre que no me va.

– Entonces su tipo es más un poco camionero...

– Sí, sí... Me gusta un perfil así como de macho ibérico.

– ¿Se casaría con un príncipe?

– Noooooo. Entre otras cosas porque no quedan (risas). Me casaría por amor con mi príncipe particular. Como Letizia.

– ¿O sea, que por ahora seguirá viviendo en un minipiso?

– Sigo viviendo en mi minipiso, que va albergando cada vez más cosas. Me dicen que parece la Fnac. Debería plantearme algo, porque ya no cabemos los libros y yo.

– Su amigo Maxim Huerta decía que es más de gin tonic que de gimnasio. ¿Usted también?

– (Risas). Yo soy más de ir al gimnasio primero y luego quedar con Max para tomarme un gin tonic, que es una experiencia magnífica.

– ¿Y cómo vamos de dietas?

– Dejé de fumar y engordé mucho por lo que fui a un nutricionista. Pero ahora llevo una dieta que más que para adelgazar es para mantenerme en mi peso.

– ¿Y se sube todos los días a la báscula?

– No, no, no. Con lo miope que soy... subida al peso soy un cuadro, porque me pongo a mirar y no veo lo que peso.

– Ya sufrió en sus carnes que la pillaran los paparazzis en top-less, ¿cómo le sentó?

– No me considero un personaje público, por lo que me sentí muy dolida y muy mal durante todo el verano. A partir de entonces hago vacaciones urbanas.

– ¿Se vería presentando ‘Sálvame’?

– Debería meterme tal empollada... Es que no sé quiénes son la mitad. El mundo rosa lleva un árbol genealógico que a mí me supera; es mucho más complicado que entender el funcionamiento del parlamento europeo.

– En la peluquería entonces se pierde un poco...

– No voy a la peluquería desde hace 15 años. Me corta el pelo un amigo.

– ¿Ha soñado alguna vez con que le tocaba la lotería y dejaba la tele?

– Sí y en ese caso me iría a vivir a un lugar con playa y aprendería a tocar el violonchelo.