Populares y socialistas se enzarzan por las vacaciones de Zapatero y Rajoy
El PP critica que España afronta la crisis «sin Gobierno» y Rubalcaba pregunta a su oponente si va a dar ideas, «aunque sea desde la playa»
MADRID.Actualizado:Populares y socialistas se tiraron ayer a la cara las vacaciones de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Los portavoces de guardia concentraron toda la artillería de la jornada en tratar de convencer a los ciudadanos de la desidia de su oponente político, que se habría desentendido en agosto de los graves problemas de los españoles y no le habría importado incluso descuidar sus responsabilidades institucionales para disfrutar del veraneo.
El PP se preguntó cómo es posible que el presidente del Gobierno siga en el coto de Doñana con su familia y no regrese al puesto de mando de la Moncloa, como sí han hecho varios de sus homólogos europeos, cuando la situación económica que zarandea al país «se hace cada vez más insostenible». Rajoy, que no aclaró si interrumpirá sus vacaciones, le exigió a Zapatero mediante un comunicado la inmediata comparecencia en un pleno extraordinario del Congreso para explicar las medidas que va a adoptar para evitar que la crisis se agrave aún más.
El PSOE respondió que la denuncia de los populares no es más que una cortina de humo que trata de colocar el foco de la opinión pública en Zapatero, pese a que solo lleva seis días en su lugar de descanso, para que nadie recuerde que Rajoy, el líder conservador y el político que intentará convertirse en tres meses en jefe del Ejecutivo, lleva trece días de vacaciones en Sanxenxo (Pontevedra), desde el 29 de julio, y que ni siquiera interrumpió su descanso cuando hace una semana España se asomó al abismo de la suspensión de pagos con una prima de riesgo por encima de los 400 puntos.
Javier Arenas, presidente del PP andaluz y portavoz nacional de guardia, utilizó los micrófonos de la COPE para asegurar que «Zapatero está teniendo un verano más relajado que el resto de mandatarios europeos». El mensaje es idéntico al del comunicado firmado por la responsable parlamentaria del partido, Soraya Sáenz de Santamaría, en el que destaca que «mientras todos los dirigentes europeos e internacionales están al frente de sus obligaciones, comparecen públicamente y en sus parlamentos, en España nadie en el Ejecutivo asume las riendas de la situación» y «cunde la sensación de estar sin Gobierno, de ser un país que el PSOE deja expuesto a su suerte y a merced de los continuos sobresaltos». «Aunque esté en tiempo de descuento, el Gobierno socialista no puede eludir sus responsabilidades», concluyó.
Comparecencia en el aire
La respuesta llegó en minutos, a través de Onda Cero y por medio de José Blanco, el portavoz del Gobierno. El también titular de Fomento cree que es una acusación injusta, ya que Zapatero, de hecho, interrumpió el 2 de agosto su salida de vacaciones y, entre ese día y el viernes 5, vivió entre Doñana y su despacho en Moncloa para hacerse cargo de las gestiones nacionales, europeas e internacionales para frenar el acoso de los mercados a la deuda española. Fuentes del Ejecutivo, que tampoco aclararon cuándo acabarán las vacaciones Zapatero, señalaron que el presidente desde entonces está en contacto permanente con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y recordaron que el lunes pasado mantuvo una conversación telefónica con Barack Obama.
«Mientras Zapatero estaba encauzando la semana pasada desde su despacho de la Moncloa las medidas que vamos a aprobar -en los consejos de ministros del 19 y del 26- los demás líderes europeos estaban de vacaciones», comentó Blanco, para añadir que «la realidad es que estos líderes -en referencia a Sarkozy y Berlusconi- han reaccionado, han tomado medidas y están afrontando la situación, pero más tarde que el Gobierno español, les llevamos ventaja». Blanco comentó que el Gabinete aún no ha decidido si aceptará o no la comparecencia parlamentaria extraordinaria que reclama el PP. Salgado, por su parte, criticó la iniciativa popular porque dice que transmite la sensación de que el foco de las turbulencias financieras está en España, cuando ya no es así.
Quien sí que no desaprovechó la ocasión fue el candidato del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba, que aún no se ha ido un solo día de vacaciones y que organiza a diario actos y reuniones de precampaña, criticó al PP porque dice que sus únicas propuestas para sacar a España de la crisis son la petición de un adelanto del adelanto electoral o de una comparecencia parlamentaria. Ideas de «manual», según su despectiva descripción. En un claro dardo envenado dirigido a Rajoy, su futuro oponente, indicó que «la pregunta que yo tengo para el PP es: ¿Ss le ocurre algo más?, aunque sea desde la playa, pero ¿se le ocurre algo más?».