«He anulado vacaciones; yo hay días que ni duermo»
Actualizado:Luis es uno de tantos perjudicados por los impagos de Urbanos Amarillos a la plantilla. Detrás de cada uno de ellos se esconde una historia personal que en muchos de los casos roza el drama. A este trabajador en concreto, la empresa le debe cerca de 11.000 euros que en un hogar con un único sueldo y un niño pequeño supone una fortuna. «He tenido que anular mis seis días de vacaciones -se queja-, que eran muy cerquita de aquí, tampoco nada del otro mundo. Y también he anulado un regalo a mi mujer consistente en unas clases de bulerías de 150 euros, porque ni ella se siente con ánimo para eso». Él teme que la cosa vaya de mal en peor, y se pregunta quién pagará la hipoteca y los gastos de un bebé de dos años cuando siga faltando el dinero. «Yo hay noches que ni duermo», confiesa aturdido.