Los padres piden a la Policía que controle las redes sociales de Angie
La investigación se complica por la imposibilidad de poder contactar con la adolescente al no tener siquiera móvil
EL PUERTOActualizado:Desesperados. Los familiares de Angie Corona Padilla no saben ya qué hacer a la espera de novedades en torno a la desaparición de la niña de 13 años de edad. Mientras que la Policía sospecha que la menor puede estar entre Extremadura o Huelva, la madre, Angélica Padilla, no se lo explica al no tener ningún conocido en esa zona o amigo que su pequeña haya mencionado por el lugar. Lo cierto es que por el momento es la única prueba fiable que existe sobre la posible ubicación de la adolescente, que mencionó en una carta esos lugares como parte de su plan para marcharse de casa.
Las investigaciones policiales se centran principalmente en buscar a la niña en esos lugares, pero la tarea no está resultando sencilla, ya que no se tiene ningún indicio para concretar el sitio en el que se encuentra Angie. La falta de poder establecer un contacto es lo que está dificultando cualquier avance en la investigación. La pequeña ni siquiera tenía un móvil, por lo que no se puede realizar ningún rastreo de llamadas o localización a través del aparato de telefonía.
Además, hay que añadir que hasta el momento la menor no ha realizado ningún intento de establecer contacto con ninguno de sus familiares ni amigos. Ha cortado de forma abrupta con su pasado y tampoco nadie sabía de su intención de marcharse de casa. Ante la falta de pistas para lograr establecer una ruta de huida de la pequeña, los padres han solicitado en varias ocasiones a la Policía que rastree las redes sociales de la menor y su correo electrónico, así como el ordenador, en busca de cualquier indicio que permita encontrar a la niña de 13 años.
Por el momento, los agentes que llevan la investigación no han solicitado autorización judicial para poder entrar en el ordenador de la niña y ver sus mensajes y documentos a la espera de encontrar cualquier rastro que seguir en busca de Angie. Es una tarea que quizás se realice en los próximos días para intentar resolver esta desaparición, si bien los agentes continúan considerando que la menor no corre ningún tipo de peligro, al menos por el momento, al tratarse de una marcha voluntaria del domicilio familiar tal y como se demuestra en la carta que le envío a una trabajadora social y por el hecho de que se llevó tanto ropa como utensilios de aseos.
Por otro lado, los progenitores sí tienen claro que alguien tiene que estar ayudando a la niña para que no necesite volver a casa. «Una niña de 13 años no tiene la capacidad de estar tantos días fuera de casa si no hay alguien que la esté controlando. Una persona que no la deja o la convencido de que no se ponga en contacto y le dé de comer, un sitio dónde dormir. Estoy preocupada porque aún no sé si mi hija está bien».
Una preocupación que aumenta con cada día que pasa y la adolescente no da señales de vida. Para los familiares la angustia comienza a apoderarse de la tensa espera que mantienen desde el sábado pasado. «Yo le pido a la persona que está con ella que la deje volver, que llame a casa para saber que está bien. Una chiquillada son dos o tres días, pero más de una semana es porque tiene que haber alguien que le ayude y le dirija los pasos». La madre ya ha solicitado a la Policía en varias ocasiones que investigue de forma más profunda al supuesto novio de la adolescente, diez años mayor que ella y que ejerce como militar en San Fernando. Sin embargo, los agentes ya le tomaron declaración y él destacó que no tiene ninguna noticia de la menor. La madre, por contra, está preocupada ya que según ha podido saber esta persona ha emprendido un viaje en dirección al norte de España y teme que por el camino se dé el encuentro con su hija. Pero por el momento no hay más que conjeturas y suposiciones. Lo único cierto es que la menor se marchó de casa de forma voluntaria y que por el momento no hay ningún tipo de noticia sobre el paradero en el que se encuentra.