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Una de las galerías de la prisión portuense de Puerto II. :: ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

Instituciones Penitenciarias abre una investigación interna por la fuga

Un inspector interroga a los funcionarios que trabajaron cuando se produjo la escapada del preso y analizará las imágenes de las cámaras

SILVIA TUBIO stubio@lavozdigital.es
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Dos investigaciones, una de carácter interno y otra de perfil policial, se desarrollan en paralelo en estos momentos para aclarar cómo se pudo producir la fuga de Rafael P. C.; un interno del módulo de reincidentes de Puerto II que el pasado jueves logró escalar el muro del patio interior, alcanzar el techo y después descolgarse por las conducciones de los cables de televisión. Se trata de la primera escapada que se produce con éxito en ese recinto penitenciario desde que fue inaugurado hace 27 años. Por un lado, la Policía trabaja para dar con el preso; mientras que Instituciones Penitenciarias ha abierto sus propias pesquisas para determinar si hubo algún tipo de negligencia en la custodia y vigilancia del interno. Un recluso, especialista en el robo con escalo, que una vez logró salir del recinto sorteando por debajo la última valla metálica, se dirigió hacia una venta próxima y allí pidió ayuda. Simuló que acababa de sufrir un accidente en moto y un cliente, que desconocía de dónde venía Rafael P. C., se ofreció a llevarlo hasta Jerez. Es allí donde se pierden sus últimas huellas.

Fuentes penitenciarias confirmaron ayer a este medio que un inspector enviado por la dirección general que encabeza Mercedes Gallizo, interrogó entre el viernes y el sábado pasado a los funcionarios que conformaban el turno de trabajo del jueves por la tarde, cuando el recluso logró salir sin ser visto de la cárcel. Además, se ha llevado las grabaciones de las cámaras de seguridad para un visionado en profundidad.

Las mismas fuentes señalaron que ese inspector comprobó 'in situ' la zona donde se produjo la fuga, en donde hay algunas notables irregularidades, como denuncian los propios funcionarios, que ayudaron al fugado. Por ejemplo, la pared por la que escaló el recluso no tiene ningún tipo de protección como un alambre de espinos, que dificulte su paso. El interno, que debió haber estudiado su fuga, aprovechó también zonas oscuras donde no llegan las cámaras de seguridad.

Según informaba ayer le agencia Europa Press, desde Instituciones Penitenciarias no se quiso dar detalles de cómo se había producido la escapada.