La deuda respira mientras las Bolsas se hunden por el miedo a una recesión
Cede la presión sobre las primas de riesgo de España e Italia por las compras de bonos del Banco Central Europeo
Madrid Actualizado: GuardarLa ofensiva mundial concertada durante el fin de semana para conjurar el riesgo de un 'lunes negro' en los mercados no tuvo éxito. Fue eficaz, eso sí, el anuncio del Banco Central Europeo, dispuesto a comprar bonos de Italia y España para desalentar los movimientos especuladores que habían disparado el precio de la deuda de los dos países a niveles máximos. Pero la factura de la degradación de la nota de la solvencia de Estados Unidos por la agencia Standard & Poor's la pagaron los principales parqués europeos, que registraron fuertes pérdidas tras la apertura netamente bajista de Nueva York. El mercado se muestra extraordinariamente volátil, opinan los expertos, no solo por la falta de consenso entre los políticos norteamericanos para administrar las cuentas públicas, sino por el miedo a que estas turbulencias sean el preludio de una nueva recesión.
El mercado petrolero anticipa esta posibilidad. Ayer lunes, el crudo Texas de referencia en Estados Unidos cayó más del 6% en Nueva York, hasta quedar en 81,3 dólares el barril, su cotización más baja desde el pasado noviembre.
España e Italia, los dos países de la zona euro más castigados la pasada semana en los mercados de deuda, salvaron en cierta medida los muebles. Además de registrar un significativo alivio en su prima de riesgo hasta los 289 puntos básicos en el caso de España y ligeramente por encima en el italiano, las respectivas Bolsas tuvieron una evolución, aunque muy negativa, bastante mejor que el resto. El Ibex 35 de Madrid cedió un 2,44%, y cerró a 8.459 puntos, tras haber evolucionado casi todo el día en verde. Es su nivel más bajo desde abril de 2009, lo que da idea de la magnitud de las pérdidas acumuladas. El Mibtel de Milán se replegó un 2,43%, hasta 15.640 unidades. El contagio de EE UU fue la causa de que Londres perdiera un 3,39%, para terminar en 5.068,95 puntos. El principal índice de Fráncfort se desplomó un 5,02%, en un mercado que castigó al sector automovilístico.
El CAC 40 de la Bolsa de París perdió un 4,68% para quedar en los 3.125,19 puntos, en su undécima sesión en rojo consecutiva. Más penalizado todavía, el parqué de Atenas cedió un 6%, cayendo su índice por debajo de la barrera psicológica de los 1.000 puntos, el nivel más bajo desde 1997.
Los esfuerzos del Banco Central Europeo, del G-7 y del G-20, y de cuantas autoridades manifestaron su disposición a apoyar la estabilidad financiera cosecharon escasos frutos. Después de que el BCE anunciara la reactivación de su programa de deuda pública, y diera a entender su disposición a intervenir en los mercados en apoyo de los títulos de Italia y España, los ministros de Finanzas del G-7 expresaron en la madrugada del lunes su firme compromiso a llevar a cabo de forma coordinada las acciones necesarias «para asegurar la liquidez y respaldar el funcionamiento del mercado financiero».
Volatilidad excesiva
«Una volatilidad excesiva y movimientos desordenados en los tipos de cambio tienen implicaciones negativas para la estabilidad económica y financiera», subrayó el comunicado del G-7, que prometía también el mantenimiento de consultas «estrechas» sobre «las acciones en los mercados de divisas». En idéntico sentido se manifestaron a continuación los ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos Centrales del G-20, el grupo que incorpora también a las potencias emergentes.
Para España e Italia, la jornada había arrancado con buen pie. Ya en los primeros compases, los agentes del mercado de deuda tuvieron constancia de que el Banco Central Europeo cumplía lo prometido y estaba realizando compras de bonos, lo que hizo posible el drástico descenso de la prima de riesgo de España, desde los 371 puntos básicos del viernes hasta 276, la mayor caída en una sesión. En el caso de Italia, la rebaja era igualmente significativa, al descender el diferencial de sus obligaciones respecto al bono alemán a diez años hasta 290 puntos básicos. La rentabilidad de los respectivos títulos se situó muy por debajo del 6%.
No se puede conocer el importe concreto de las adquisiciones, que distintas fuentes cifran entre 2.000 y 10.000 millones de euros.
Las Bolsas de España e Italia celebraron inicialmente la menor presión sobre sus respectivas deudas soberanas. En el arranque de la negociación, el Ibex-35 y el Mibtel de Milán llegaron a subir hasta un 4%, con fortísimas alzas de los títulos de bancos y aseguradoras. Fue casi un espejismo, que seguramente generó sustanciosas ganancias a los más avispados. Pero los inversores en el resto de las plazas europeas -París, Fráncfort, Londres- ya apuntaban lo que iba a ser la negra tónica del día. La apertura bajista de Wall Street, anticipada en el mercado de futuros, no hizo sino confirmar sus más sombrías sospechas.
El oro registró un nuevo récord ya en el mercado de Hong Kong, donde superó la barrera de los 1.700 dólares por onza por primera vez, en su condición de valor refugio para los inversores que huyen de la renta variable y de los bonos.