Los indignados israelíes ponen a Netanyahu contra las cuerdas
Anuncia una comisión para negociar con los representantes de la mayor protesta social registrada en la historia del país
JERUSALÉN.Actualizado:Los 'indignados' han puesto al primer ministro israelí contra las cuerdas. Benjamín Netanyahu, anunció ayer una comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con los representantes de la mayor protesta social en la historia del país después de que el sábado más de 300.000 personas saliesen a la calle para reclamar mejoras en el estado de bienestar. «No podemos ignorar las voces que salen del pueblo. Daremos soluciones reales, no cambios cosméticos», dijo al inicio de la reunión semanal del Gabinete, según la transcripción de sus palabras difundida por su oficina.
En una intervención más larga de lo habitual, Netanyahu insistió en la seriedad de su intención de promover cambios «reales» que permitan a la población beneficiarse del crecimiento económico, pero también en la imposibilidad de «responder a todas las demandas», la dificultad de «construir una economía» y el contexto de crisis global. «Escucharemos a todos. No podremos contentar a todos, pero mantendremos un verdadero diálogo», aclaró quien el pasado miércoles tildó de populista al movimiento reivindicativo.
Inspirada en la española, la protesta comenzó el pasado día 14 con una acampada en Tel Aviv por los precios de la vivienda y ha ido ganando seguimiento y sectores de población. Los 'indignados' quieren una enmienda a la ley de edificación que obligue a los contratistas a construir «viviendas asequibles», una reducción gradual de los impuestos indirectos, la revaluación de los procesos de privatización en proceso y un aumento del salario mínimo interprofesional a la mitad del salario medio, actualmente 8.698 shekels (1.766 euros).
Un mes de estudio
También demandan un incremento de los inspectores de trabajo, bomberos, policías, profesores y trabajadores sociales y una reducción del número de alumnos por aula. La nueva comisión presentará sus recomendaciones dentro de un mes al gabinete económico-social, que preside el titular de Finanzas, Yuval Steinitz, quien a su vez propondrá soluciones que presentará a Netanyahu y al conjunto del Gobierno.
Dos ministros del partido derechista Likud, que lidera Benajamín Netanyahu, ejercerán de observadores en las negociaciones: Limor Livnat (Cultura y Deporte) y Mijael Eitan (Servicios Públicos). En este sentido, el primer ministro israelí apuntó los cuatro ámbitos en los que el equipo debe centrar su trabajo: cambiar el orden de prioridades, la política impositiva, el aumento del acceso a los servicios sociales y la mejora de la competencia y de la eficiencia de los mercados.
El comité, cuya formación había sido anunciada en la anterior reunión semanal del Ejecutivo, contará con quince ministros y estará liderado por el académico Manuel Trachtenberg, presidente del Comité de Presupuesto y Planificación del Consejo de Educación Superior. El cometido del equipo es lanzar un «mesa redonda» de debate de los asuntos abordados por los «indignados», que se quejan de la carestía de la vida y reunieron el sábado a 300.000 personas en la mayor marcha de la historia de Israel no vinculada al conflicto de Oriente Medio.
Manuel Trachtenberg reconoció que asume el cargo con «sentimientos encontrados»: un «gran entusiasmo por lograr un cambio real», de un lado y, del otro, una «gran preocupación ante la gran responsabilidad que esta tarea implica, el alcance de las expectativas y los riesgos».