Las barbacoas, un fenómeno en decadencia

Había más motivos que nunca para levantar la fiesta. El Cádiz C.F. alzó la copa del Trofeo Carranza y la afición en avalancha se echó a las arenas de La Victoria para celebrar el triunfo. Jóvenes visitantes de toda la provincia y de varios puntos de la geografía española ya llegaron en masa desde la mañana del sábado para no quedarse sin un hueco. Sin embargo, nada de esto ha conseguido relanzar el tradicional encuentro veraniego. Por tercer año consecutivo, decrece la afluencia de público en las barbacoas. En la noche del pasado sábado se concentraron 50.000 personas en los módulos 2 y 4 de La Victoria, 5.000 menos que en la anterior edición. La tendencia a la baja se confirma, aunque sí es cierto que la caída ha sido esta vez menos pronunciada. Al coincidir la fiesta en un sábado, las previsiones auguraban una concentración mayor que en 2010. Tanto el Ayuntamiento como Protección Civil aseguraban 'in situ' que la cifra de asistentes parecía no haber bajado con respecto al pasado año, pero ayer el dato oficial hablaba de las barbacoas como un fenómeno en descenso.

La reducción del espacio permitido para encender las brasas perseguía el objetivo de optimizar las recursos y así se consiguió. Al haber menos tramo de playa que limpiar, se pudo agilizar tanto el desalojo como las labores de limpieza. También facilitó el operativo 'playa limpia' la distribución del trabajo en ocho tramos desde la calle Antonio Accame hasta Neptuno. De este modo, a las seis de la mañana de ayer comenzaban las tareas de limpieza para despejar la playa en tan solo una hora. A una velocidad récord, a las nueve ya estaba la playa operativa y en funcionamiento las máquinas limpiadoras que voltean la arena. A las once, todos los residuos ya se habían trasladado a la planta de transferencia.

Un total de 190 trabajadores cubrieron el primer turno de limpieza desde las 6 hasta las 13 horas. A partir de las tres de la tarde y hasta las nueve de la noche, otros diez empleados continuaron con las labores. Unos diez tractores, 98 operarios y otros tantos voluntarios recogieron hasta 42 toneladas de basura. El resto de las playas gaditanas también fueron sometidas a un proceso de barrido por parte de la Demarcación de Costas.

Los asistentes mantuvieron un comportamiento cívico, ya que la noche transcurrió sin incidentes de gravedad y la playa amaneció sin ningún desperfecto. Además, respetaron las zonas acotadas. En cuanto a las asistencias en los botiquines, un total de 70, también fue menor que en anteriores años. A primera hora de ayer se realizó la segunda analítica de control de calidad de las aguas y las arenas, ya que la primera se hizo la noche antes de las barbacoas para establecer luego una comparativa.