El error de Perales

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un error que ha costado, de momento, 14,5 millones de euros y ha puesto bajo sospecha toda la gestión que se ha llevado a cabo en los últimos tres años en la concesión de ayudas públicas a las empresas en la provincia. El ya exgerente del Plan Bahía Competitiva, Antonio Perales, ha reconocido que su principal error fue fiarse del empresario Alejandro Dávila Ouviña. Esa torpeza que reconoce ahora Perales sin ningún rubor ha permitido un fraude monumental en las ayudas al Plan de Reindustrialización. Ouviña llegó a Cádiz cargado de iniciativas y con una dudosa carta de presentación bajo el brazo que el propio Perales bendijo desde el primer momento. El empresario gallego iba disfrazado de Rey Midas, capaz de salvar a la Bahía con proyectos industriales vinculados a las energías renovables. Perales no reparó en buscar antecedentes ni tampoco en mirar el currículum de este sospechoso empresario. Las ayudas que solicitó para sacar sus proyectos adelante no encontraron obstáculo alguno por parte del máximo responsable del Plan Bahía Competitiva y llegaron hasta el Ministerio de Industria con el visto bueno gaditano. Ouviña y sus socios recibieron a primeros de año la nada despreciable cantidad de 14,5 millones de euros en ayudas para sus iniciativas, sin embargo, el Ministerio notó algo extraño en primavera al comprobar que el Rey Midas de la Bahía no había llevado a cabo ninguna de las promesas que hizo. Ahora le reclaman la devolución, pero no lo encuentran. Algunos han tratado de buscar una explicación política tanto a la metedura de pata como a la destitución fulminante de Antonio Perales al frente del Plan Bahía Competitiva y a la fusión de este organismo con la Agencia IDEA. Algunas voces socialistas indican que Perales es uno de los últimos reductos del clan de Alcalá y que su salida de Innovación apaga definitivamente las velas que el piazarrismo mantenía encendidas en el seno de la Junta. Otros consideran que ha sido una cabeza de turco que había que cortar para dar ejemplo y frenar las ansias de venganza que proclama el PP con su anuncio de llevar hasta la Fiscalía el caso de las ayudas públicas a la industria. No creo que a la destitución de Perales haya que buscarle muchas explicaciones. Solo hay una. Perales ha actuado de forma negligente en su gestión y su superior, es decir, el consejero se lo ha quitado de encima. El Plan Bahía Competitiva era y es un quebradero de cabeza para la Junta. Nació con el cierre de Delphi y de la mano del exconsejero de Empleo, Antonio Fernández, y su balance durante sus cuatro años de vida ha sido desastroso, como la gestión de Perales.