El presidente del Banco Central Europeo. / Reuters.
Tensión en los mercados

El BCE comprará deuda de Italia y España

Salgado señala que el Banco Central Europeo "debe hacer su tarea y ayudar a la estabilidad de los mercados de deuda" hasta que se ejecuten los acuerdos

ROMA Actualizado: Guardar
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El Banco Central Europeo y las entidades que integran el sistema de bancos centrales han decidido intervenir en los mercados de deuda, lo que implica que comprarán bonos de Italia y de España, si fuera necesario, para proteger a estos países de los ataques de los especuladores. La institución adoptó este acuerdo en el transcurso de la reunión que mediante videoconferencia celebró su consejo, con carácter extraordinario, en un domingo de agosto y consciente de la gravedad de la situación. La fuerte tensión ya manifestada la pasada semana podría acrecentarse en los mercados este lunes, porque a la crisis de la deuda soberana europea se ha sumado la incertidumbre generada al otro lado del Atlántico, con la rebaja de la calificación de la solvencia de Estados Unidos por parte de Standard and Poor´s. Simultáneamente, dirigentes económicos y financieros de todo el mundo se movilizaron durante el fin de semana con la idea de mandar un mensaje de tranquilidad a los inversores y de impedir un desplome de las Bolsas y los mercados de deuda en la apertura del lunes.

El Banco Central Europeo no se podía permitir otro error de comunicación. En la conferencia de prensa que siguió a la reunión de su consejo el pasado jueves, las explicaciones de Jean Claude Trichet se cruzaron con las noticias de que la institución estaba comprando deuda de Portugal e Irlanda, dos países en fase de rescate cuyos bonos ya no precisan de esta medida de apoyo, mientras Italia y eventualmente España seguían totalmente expuestos a los ataques de los especuladores. Después se supo que la ayuda a Italia estaba condicionada a nuevos compromisos, pero la confusión ya se había propagado, y tuvo efectos demoledores en los mercados de valores y de deuda pública. La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, ha pedido "que el Banco Central Europeo haga su tarea y ayude a la estabilidad de los mercados de deuda",

En paralelo a la cita del BCE, dirigentes políticos y bancarios de las principales economías del mundo trabajaron durante todo el domingo para encontrar una solución consensuada que impida un nuevo derrumbe de las bolsas mundiales. El G7 y el G20 multiplicaron sus contactos y conferencias telefónicas de urgencia, sabedores del efecto que, en plena crisis de la deuda soberana europea, puede causar la convulsión provocada por la degradación de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Standard and Poor´s.

Italia y España

Los mensajes de tranquilidad de los mandatarios no estaban exentos de segundas intenciones. Así, el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel, manifestaron en un comunicado conjunto su percepción "favorable" de las decisiones adoptadas por Italia y España para la consolidación de sus cuentas públicas, pero también consideraron "fundamental" para restaurar la confianza de los mercados una aplicación "rápida y completa" de las medidas anunciadas. Es lo mismo que, con otras palabras, han recomendado los portavoces de la Comisión Europea.

Francia y Alemania reiteraron su compromiso de aplicar "plenamente" las medidas del acuerdo sobre el euro concluido en Bruselas el 21 de julio, e invitaron al conjunto de los países europeos a acelerar los trámites necesarios para sacarlo adelante.

Los llamamientos a la urgencia del comisario Olli Rehn empiezan a surtir efecto: el Parlamento de Bélgica será convocado para reanudar sus sesiones con seis semanas de adelanto con el fin de aprobar las nuevas medidas de rescate de la Eurozona vitales para el futuro del euro, anunció el domingo el primer ministro Yves Leterme ."La credibilidad de la zona euro requiere que este trabajo se haga lo antes posible", reconoció.

Pero el comunicado franco-alemán no alude, ni siquiera de forma indirecta, a la posibilidad de ampliar el fondo de rescate europeo planteada por el presidente de la Comisión, Durao Barroso, en la carta dirigida a finales de semana a los dirigentes. La tesis de sacar adelante, con toda su complejidad, los acuerdos del Consejo Europeo, antes de fijarse mayores metas, gana adeptos.

Crecer es lo que importa

Mientras tanto, la agencia Standard & Poor´s, promotora del último episodio de las turbulencias financieras con su rebaja de la calificación a la deuda de Estados Unidos, ha intentado restar importancia a su decisión. "Los mercados ya se lo esperaban", declaró el domingo el economista jefe para Europa de S&P, Jean-Michel Six, en una justificación del modo de actuar de la agencia. En su opinión, las inquietudes de los mercados "tienen que ver mucho más con la fuerza de la reactivación económica, que con una y otra nota en concreto". Lo que no es obstáculo para que el director gerente de la agencia, John Chambers, estime que hay "una posibilidad entre tres" de que la deuda de EE UU se vea degradada de nuevo en un plazo "de seis meses a dos años" si no se demuestra verdadero consenso entre republicanos y demócratas.

En este contexto, muchos expertos temen que los mercados se desplomen el lunes. El ex presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Alan Greenspan, aseguró que el descenso de los mercados seguiría "un tiempo", aunque consideró que es "difícil decir" si el lunes habrá una debacle en las bolsas mundiales.

Para evitarla, dirigentes europeos y estadounidenses, incapaces hasta ahora de frenar la espiral de descenso de las bolsas mundiales, llevaron a cabo durante el fin de semana numerosos contactos cuyo contenido concreto no ha trascendido. Los ministros de Economía y presidentes de los países del G7 -formado por Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Italia y Gran Bretaña- multiplicaron este fin de semana las comunicaciones telefónicas de cara a diseñar una estrategia común.

También los países del G20, que reúne a las principales economías del planeta, mantuvieron el domingo una conferencia telefónica de urgencia sobre las crisis de la deuda y la degradación de la nota de Estados Unidos. La conversación se llevó a cabo varias horas después de que los titulares de Economía del G7 y sus consejeros mantuvieran una teleconferencia durante la noche del sábado, rodeada del máximo secretismo. Otra teleconferencia entre los ministros de Finanzas y los principales banqueros del G7 tuvo lugar este domingo.

El temor de los expertos está más que justificado. La pasada semana, la Bolsa de Fráncfort perdió el 13%, la de Londres cerca de 10%, la de París casi el 11%, la de Milán más del 12% y la de Madrid el 10%. Sin olvidar que, en ese mismo plazo, las primas de riesgo de España e Italia alcanzaron máximos superiores a los 400 puntos porcentuales.