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Una nueva vida, una antigua lucha

Aún así continúa con el proceso judicial para reclamar una cantidad mayor a los 590.000 euros que cobró el pasado diciembreRicardi aprovecha la indemnización para mudarse e intentar olvidar su paso por la cárcel

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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¿Cuánto valen 13 años de una vida? Sin duda se puede reflexionar, discutir e incluso defender alguna postura de forma categórica, pero pocos serán los que realmente tengan una opinión formada bajo la experiencia. Aquella que realmente exponga la dureza de estar privado de libertad. Los malos momentos de pensar en una familia que no está a tu lado en el momento que se necesita. El contar los minutos que quedan para que se termine una visita.

Rafael Ricardi, sí tiene voz en este tema. Él estuvo encerrado durante todo ese tiempo en prisión por un delito que no había cometido. Trece años de una vida. La de cosas que se pueden hacer en 13 años. ¿Cuánto vale todo lo que no te han dejado hacer? Ricardi no cometió esa violación por la que fue encerrado y para el Estado el precio para 13 años de una vida es de 590.000 euros. Para Ricardi, eso es otra injusticia, porque considera que esa indemnización no paga el sufrimiento, las noches sin dormir, los momentos de soledad, la angustia, el tener que pedir permiso hasta para ir al cuarto de baño, que te impongan un horario, un menú, unas actividades, que no te dejen elegir. Y eso no es lo peor, porque lo peor es la impotencia de saberse inocente y ser condenado. El problema es que allí nadie escucha verdaderamente tu historia, porque todos los presos son inocentes.

Cambio de casa

Y un día te dan la razón y sales cuando has perdido todo lo que tenías. Vuelta a empezar de cero. Al menos en diciembre recibió la indemnización de 590.000 euros y aunque no esté de acuerdo (solicitaba diez millones de euros) lo cierto es que ha decidido iniciar una nueva vida. Borrar 13 años, como si se despertara de un profundo sueño, para afrontar al fin un futuro. Claro que lo hace sin grandes pretensiones, tan solo con la intención de pasar los días de manera tranquila.

Evidentemente con el objetivo de mejorar su calidad de vida y por ello lo primero que ha hecho es cambiar de domicilio. Ahora, reside en una casa en condiciones y digna para una persona. No tenía dudas de que ese tenía que ser el primer paso. Lo que le permite reunir a su familia sin problemas y estar tanto con su pareja como con su hijo.

Lo otro es más complicado, pues se tiene que acostumbrar a ser libre, cuando ya se había acostumbrado a ser preso. Al parecer eso le está costando un poco más, aunque con cada día que pasa pierde el miedo a hacer cosas nuevas. Todo ello poco a poco y de forma lenta.

Pero, en su nueva vida está presente una antigua lucha, porque aunque el pasado lo intenta dejar atrás no olvida, por mucho que lo intenta, y menos las injusticias. En esta pelea tiene de escudero a Domingo Valderrama, el letrado encargado de defender su causa.

Tras recurrir la resolución de los 590.000 como cantidad compensatoria, ahora el proceso está en una fase probatoria en la que el abogado intentará demostrar los graves perjuicios que le ha causado a Ricardi su paso por la cárcel.

Para ello se están realizando una serie de informes periciales por diferentes especialistas que intentan determinar las secuelas psicológicas y físicas que tiene. Por otro lado, se ha solicitado el expediente penitenciario, de forma que se puedan precisar tanto las condiciones en las que ha estado encerrado como el tipo de condena que se le impuso. De esta manera se intenta demostrar que la indemnización dada no se corresponde con el tipo de vida que llevó Ricardi durante esos 13 años.

La idea es mantenerse en la petición de diez millones de euros como daños y perjuicios y acompañar la petición con una serie de documentos que verifiquen, cuanto menos, que la cantidad percibida por Ricardi no se corresponde, no solo con su paso por la cárcel, sino con los problemas que le ha acarreado estar encerrado durante tanto tiempo.

En su nueva vida, Ricardi está pendiente de los médicos, y aunque ha comenzado a dar pasos para recuperarla, como la adquisición de una nueva vivienda, lo cierto es que todavía le queda mucho por hacer. Por eso quiere dar carpetazo cuanto antes al asunto para al menos intentar olvidar.