Comienza el desembarco en la playa de La Victoria

Las limitaciones económicas y de espacio, las estrecheces en todos los sentidos, parecen incapaces de restar entusiasmo a los que quieren vivir la noche de las barbacoas del Carranza al borde del mar. Desde el mediodía y hasta la hora del almuerzo, la mayor afluencia de público ha sido evidente en los comercios de Extramuros (grandes almacenes, supermercados y pequeños comercios del barrio de La Laguna, sobre todo). Los mostradores, que lucían ofertas específicas para la ocasión, registran una clientela más numerosa que cualquier fin de semana.

En la arena, comienzan ya a concentrarse los primeros grupos aunque faltan horas para que arranque la fiesta con el anochecer. Aunque está prohibido limitar cualquier espacio en la playa, los jóvenes, sobre todo, utilizan discretos sistemas como la colocación de toallas y sombrillas, para reservanr su hueco. El hecho de que el Ayuntamiento haya eliminado un tramo más para la celebración modifica poco los preparativos hasta ahora. Las cintas que acotan la zona permitida para las barbacoas ya han sido igualmente colocadas y los miembros de la seguridad privada, debidamente uniformados, ya se encuentran en las pailas de acceso de los módulos 2, 3 y 4 donde se permite la celebración.