La electrónica llega al Sella

El primer fin de semana de agosto, Asturias acoge uno de los mejores festivales de música electrónica del mundo. Aquasella, que tiene como escenario el pequeño pueblo de Arriondas, no solo atrae a los mejores disc jockey del panorama actual, sino también a los miles de devotos de esta disciplina repartidos por todo el mundo.

En 1997, ‘La Real’, la programadora de eventos techno más importante en el norte de España, apostó por la organización de un acontecimiento musical coincidiendo con la celebración del Descenso del Sella. Su privilegiado enclave (por un lado, las impresionantes vistas de los Picos de Europa y, por otro, el río Sella) es uno de los principales atractivos del Aquasella, sin olvidar las suaves temperaturas, aunque ha habido años en los que la lluvia también se coló en el festival.

Este año, Aquasella celebra su decimoquinto aniversario y, para festejarlo, ha contado con Djs de la talla de Sven Väth, Ben Sims, Surgeon, Kevin Saunderson y el controvertido productor británico Rex the Dog. Pero, sin duda, es un Dj español quien levanta el ánimo a los jóvenes. Pepo no se ha perdido ni una sola edición de Aquasella, y ha cerrado más de un festival con tres horas largas de sesión. Esto le convierte en uno de los personajes más queridos en Asturias.

Rentable y bien organizado

La buena organización del evento es una de sus señas de identidad. La zona de acampada está situada muy próxima al recinto. Además, la superficie es césped, todo un lujo para los miles de asistentes que pernoctan en Asturias ese fin de semana. A ello, se suma el amplio aparcamiento para los coches, lo que ahorra más de un quebradero de cabeza a los asistentes; lo próximo que está Arriondas y también el río, lo que permite darse un chapuzón a media tarde.

Como suele ocurrir en este tipo de acontecimientos, las marcas de bebidas adquieren papel protagonista. Barceló Open Air da nombre al escenario principal, donde comienza y concluye el festival. Otras dos carpas cerradas lo acompañan, la zona Carlsberg y la Real Stage. Esta última, la tercera en discordia, da cabida a otros estilos electrónicos menos populares.

Al igual que otros festivales similares, el precio de la entrada es de 70 euros. Sin embargo, la duración del Aquasella es de dos días, por lo que el desembolso resulta más rentable. Como ocurre en Monegros, pionero en este sentido, para consumir en el interior del recinto se deben cambiar euros por reales, la moneda oficial.