ILUSIÓN

El cadismo está recuperando la ilusión. Basta con echar un vistazo al Facebook, más que al Twitter (ya que como sabe todo el mundo a mí no me gusta 'twitear' porque le hablo a la gente de usted) y comprobar que la llegada de Quique Pina ha insuflado aire nuevo a la alicaída afición amarilla. En la red social observo con alegría como amigos míos, como los árbitros y primos Martín, se intercambian mensajes haciendo planes con lo bien que se lo van a pasar el año que viene.

Y es que son muchos los que ya se han pasado por las oficinas del club para renovar su abono. Muchos para renovar su carné y también muchos para volver a ocupar un asiento, como es el caso de estos dos amigos míos. Hablar a posteriori y ser oportunistas en el fútbol es muy fácil. Lo difícil es hacerlo ahora cuando el balón todavía no ha echado a rodar con puntos en juego. La intuición me lleva a pensar que se está configurando un gran plantel, un equipo con enormes garantías para abordar el objetivo que, en esta ocasión, a diferencia de la pasada campaña, pasa por ser primeros de grupo, lo que siempre facilita la tarea para acabar logrando el ascenso. Se están reforzando todas las líneas con criterio y un buen ejemplo es la llegada del delantero centro que más goles ha marcado en la categoría en la temporada 2010-2011. Jose ya ha comenzado a poner el parche y a constatar evidencias tales como que va a hacer falta mucho rodaje. Sin duda el técnico se está especializando en poner siempre una venda. Ya le ocurrió tras el partido ante el Mirandés donde arremetió contra el árbitro y defendió a sus futbolistas, esos mismos peloteros con los que, salvo tres o cuatro excepciones, no ha querido contar para el próximo curso. No serían tan buenos.

Solo hay un deseo y una meta: subir. Todos sabemos que nuestro club es uno de nuestros grandes embajadores, de los que mejor difunde nuestro deporte. Así, si lo logra, le podríamos dar un premio en 2012 y evitar que ese galardón que concede la prensa deportiva siga perdiendo prestigio.