Un policía detiene a una de las manifestantes. / Efe
movimiento 15-m

Los 'indignados' piden la dimisión de Camacho por la «brutal» carga policial

Piden la dimisión del ministro del Interior, Antonio Camacho, por la carga de los antidisturbios esta madrugda

MADRID Actualizado: Guardar
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El movimiento 15-M ha manifestado en ua rueda de prensa su "repulsa" por la "brutal" carga policial que tuvo lugar esta madrugada frente a la sede del Ministerio del Interior. La operación se saldó con 20 heridos y cuatro detenidos, entre ellos un periodista. Pese a esta intervanción, la Puerta del Sol ha abierto esta mañana después de tres días cerrada a cal y canto.

Los 'indignados' han denunciado el cambio de criterio de la delegación del Gobierno y han pedido explicaciones a su responsable, Dolores Carrión. Asimismo consideran que detrás de esta decisión está el ministro del Interior, Antonio Camacho, a quien piden su dimisión.

Dos testigos de los hechos presentes en la comparecencia han asegurado que los antidistrubios atacaron "sin piedad" y señalan que no hubo ningún intento de agresión a los agents. Sí reconocen que dos indignados subieron a las vallas del Ministerio para colocar dos pancartas, pero niegan que en ningún momento se trataran de lemas lesivos hacia la Policía.

El portavoz de la Comisión de Legal del movimiento, Juan Ruviño, ha anunciado que presentará medidas legales por la intervención. De hecho, ya está recogiendo todos los partes de heridos para presentar una demanda común. También ha denunciado que los agentes en "ningún momento" se identificaron y tenían las placas ocultas. "Incluso alguno de ellos rompió los partes de lesiones de los heridos cuando eran atendidos por el SAMUR", ha añadido.

Finalmente, el 15-M ha asegurado que la marcha de esta madrugada fue pacífica y que no hubo reacción violenta. Además, matizan que su intención no es volver a acampar en la Puerta del Sol, sino establecer un punto de información como aprobó la asamblea. Esta mañana, el kilómetro cero de la capital estaba abierto después de tres días cerradas a cal y canto por la Policía.