PP y PSOE convierten la crisis en un arma electoral pese a las recomendaciones del rey
Pons reclama a Zapatero que «haga reformas o convoque elecciones» y Valenciano compara a Rajoy con 'El Padrino' por emplear «secuaces»
MADRID.Actualizado:Los ataques de los especuladores al euro y la delicada situación de la deuda soberana tampoco logran unir a populares y socialistas. Más bien al contrario. Las dos formaciones políticas mayoritarias han convertido esta nueva convulsión de los mercados en un arma electoral más, soslayando incluso las recomendaciones del rey. Don Juan Carlos, durante la audiencia que concedió el miércoles a las máximas autoridades de las Islas Baleares, indicó que, pese a la precampa electoral, era el momento de la política con mayúscula y de evitar las «batallitas» en pos de un consenso que alivie la presión sobre la economía española, según explicó ayer Pere Rotger, presidente del Parlamento balear.
La responsabilidad y el sentido común que habría reclamado el monarca pesan menos, al menos hasta ahora, que los posibles réditos electorales. Los dirigentes del PP, que aún andan desorientados porque no se han cumplido su pronósticos sobre la «confianza» internacional que daría el mero hecho de anunciar un anticipo electoral, exigen a José Luis Rodríguez Zapatero que «reaccione: o hace reformas o convoca elecciones». De esta manera, Esteban González Pons abundó en la última tesis del adelanto del adelanto.
Estabilidad
Resulta cuando menos curioso que ahora sean los socialistas los que defienden que conocer ya la fecha de los comicios generales «genera estabilidad», cuando hace apenas un mes reprochaban este mismo discurso al PP. Elena Valenciano se mostró partidaria de dejar al Ejecutivo que continúe «trabajando para generar confianza», a la par que conminó a los organismos económicos de la Unión Europea y al Banco Central Europeo a que «asuman de una vez el timón» y pongan fin a los injustificados ataques «a las deudas soberanas y al euro».
La dirección nacional del PP, mientras tanto, intenta apuntalar su planteamiento anterior apostillando que todo proceso electoral conlleva la «incertidumbre» de no saber quién será el próximo presidente del Gobierno hasta que se recuenten los votos. «Yo estoy convencido de que los españoles votarán cambio, porque no quieren más de lo mismo, pero eso se sabrá la noche electoral», puntualizó González Pons.
Valenciano, directora de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba, tampoco contribuyó a sosegar el debate al comparar a Mariano Rajoy con un 'padrino' de la mafia. Afeó, asimismo, al líder del PP que mantenga «una doble cara» al intentar ofrecer, por un lado, «cierta apariencia de responsabilidad» mientras que, por otro, envía a «sus secuaces» a «sacudir la confianza de España» con afirmaciones «muy negativas». Sin embargo, en su opinión, lo «más irresponsable» que estaría haciendo el PP es «insistir en un adelanto del adelanto electoral».
El PP intenta matizar la petición que en este sentido hacen desde el lunes destacados mandatarios de la formación de centro-derecha como Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre, Cristóbal Montoro o el propio González Pons, que puso el acento en que «España no puede permitirse tres meses en blanco», aunque abrió una puerta a un posible gran pacto al pedir a Zapatero que «reflexione con sentido de Estado, y si nos necesita para esta reflexión nos va a tener».
Los responsables populares, sin embargo, no dan ninguna pista sobre qué reformas debería plantear y ejecutar Zapatero de aquí hasta el 20 de noviembre para contar con su beneplácito.
También declinan adelantar cuáles serán las recetas económicas que aplicará Rajoy si, tal y como reseñan las encuestas, es el próximo inquilino de la Moncloa. González Pons sí puso énfasis en desmentir que el PP pondrá en marcha un «plan de choque» cuando acceda al Gobierno «porque no vamos a chocar con nadie, vamos a poner en marcha un plan de reformas». Fuentes de la dirección nacional sí indicaron que verían con buenos ojos que Zapatero llamase a Rajoy a la Moncloa para trazar una hoja de ruta conjunta hasta el 20-N. Los populares, por lo tanto, consideran que los decretos que aprobará el Consejo de Ministros el próximo 19 de agosto -entre los que destaca la reducción del gasto farmacéutico y un plan de empleo juvenil- no servirán para enfriar la presión sobre nuestra economía. Estas mismas fuentes también revelaron, en un tono sarcástico, que en lo que va de semana Zapatero y Rajoy habrían hablado por teléfono «más que en toda la legislatura».
Los periodistas preguntaron este jueves a González Pons si hubiera sido conveniente que Mariano Rajoy interrumpiese sus vacaciones de verano, como hizo momentáneamente Zapatero, ante la «gravedad» de la situación. El portavoz popular respondió que Rajoy, que ha seguido «al minuto» la evolución de los acontecimientos», no había querido contribuir a transmitir una sensación de «alarma».
Reconocen que José Luis Rodríguez Zapatero ha logrado solventar con éxito estas frenéticas 48 horas, aunque persisten en que se ha atajado «un síntoma, pero no el mal». Recalcaron que la principal traba radica en que cada vez que España paga más intereses por colocar deuda pública «se destruyen más puestos de trabajo, por ello, cuanto más tarde se produzca el cambio en España más graves serán las consecuencias».