Sol, arena y mar

Rafael Nadal apura sus últimos días de vacaciones en su Manacor natal, rodeado de sol, arena y mar, desconectando de la presión de una temporada que comenzó el primer día del año con torneos de exhibición y que paró hace tres semanas con el final de Wimbledon.

Desde entonces los torneos de golf benéficos, las pachangas al fútbol en la playa y los paseos en un enorme yate con sus amigos más cercanos han llenado su tiempo. La mejor receta para una temporada que, a pesar de ser buena por haber ganado Roland Garros y el Masters de Montecarlo, tiene un sabor agridulce por todas las derrotas ante el nuevo número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, principalmente la de Wimbledon, la más dolorosa por ser la más reciente, a las que debemos unir las sufridas en Madrid y Roma en tierra batida, así como Miami e Indian Wells en superficie dura.

Los platos fuertes que quedan antes de que finalice la temporada serán el US Open, donde Rafael Nadal defiende el título y una derrota podría provocar alejarse aún más en el Ránking ATP, así como la Copa Davis, con unas semifinales conformadas por Serbia-Argentina y España-Francia, por lo que podríamos tener una reedición de la encerrona argentina o un enfrentamiento de alto voltaje ante Novak Djokovic, que protagonizó la tontería del verano al dejarse fotografiar por su compatriota y tenista Janko Tipsarevic, con los brazos en alto y siendo apuntado por este con una pistola, en una imagen que fue subida a Facebook bajo la leyenda ‘¿Cuánto pagaría Rafael Nadal por esto?’ El hasta hace poco número uno del mundo por supuesto no respondió a semejante desfachatez, limitándose a seguir disfrutando del sol, arena y mar y de la compañía de los suyos, recargando las pilas para responder a ellos dos y a todos los que dudan… en la pista.