El PP insinúa una ofensiva contra la presencia de Bildu en las generales
Afirma que la coalición «es ETA» y espera del Constitucional que «se esté dando cuenta del tremendo error que cometió» en mayo
MADRID.Actualizado:Bildu se coló en las urnas en mayo, pero no puede volver a lograrlo en noviembre. Esa es la meta que persigue el PP. Los populares deslizaron ayer la advertencia de que no va tolerar la presencia en las próximas elecciones generales de candidaturas al Congreso y al Senado formadas a partir de la coalición Bildu y que dará la batalla política para que no se repita lo ocurrido en las municipales.
El aviso del partido conservador no solo parece dirigido al Gobierno y a la Fiscalía, que son los únicos actores que pueden impugnar ante la Justicia las listas sospechosas, sino también a los propios tribunales, en concreto a los miembros progresistas del Constitucional, que fueron quienes dieron luz verde a las papeletas de Bildu tras anular la sentencia del Supremo que excluía a la coalición de la elecciones por considerar que no era más que un «testaferro de ETA» y una sucesión fraudulenta de la ilegalizada Batasuna.
El portavoz de la dirección nacional popular, Esteban González Pons, dijo que imágenes como la del diputado general de Guipúzcoa, que en su opinión el lunes en Loyola apoyó en público y de forma explícita a los presos de la banda terrorista al tiempo que se negaba a condenar a la organización criminal y reclamar su disolución, demuestran que «el PP tenía razón: Bildu es ETA».
El «disfraz» de Batasuna
Para González Pons es evidente que la coalición, formada por EA, Alternativa e independientes procedentes de Batasuna, es parte de la banda terrorista y que es algo que «conforme pase el tiempo se verá más claro», porque ahora, cuando cree que se sienten seguros en el centenar de ayuntamientos que gobiernan en Euskadi y Navarra y en la dirección de la Diputación de Guipúzcoa, «están mostrando poco a poco su verdadera cara».
Los populares consideran que ya no hay dudas de que el pasado mes de mayo Batasuna logró colarse en las urnas bajo el disfraz de Bildu y que esta maniobra fue permitida por el Constitucional, «que nos metió un gol por la escuadra a los demócratas» e ignoró a la Guardia Civil, la Policía, el Ministerio del Interior y el Supremo, que le advirtieron que tras las siglas estaba el brazo político de la banda. Pons, con la vista puesta en los comicios de noviembre, cuando las candidaturas de la izquierda abertzale podrían tener que pasar de nuevo el control judicial de la ley de Partidos, añadió que cree «que los magistrados del Constitucional se estarán dando cuenta ahora del tremendo error político y jurídico que cometieron». El mensaje para la corte no se limita a Bildu porque el PP no olvida que los mismos magistrados podrían decidir este otoño sobre la legalidad o no de Sortu, las siglas que el Supremo no permitió inscribir en el registro de partidos por entender que son el intento de Batasuna de retornar con otro nombre a la legalidad.
El portavoz de los populares, por si acaso, les mandó un mensaje político: «Hace meses estábamos convencidos de la derrota de ETA, pero ahora nos damos cuenta de que ETA no mata, pero da más miedo que nunca».
Mientras el partido de Rajoy lanzaba sus avisos, el portavoz de UPyD en el País Vasco, Gorka Maneiro, aseguró que el comportamiento en Loyola de Garitano es una prueba más de la necesidad de que el Gobierno y la Fiscalía inicien de inmediato el proceso para ilegalizar a los partidos que forman Bildu por su vinculación con ETA. Se trata de la reiteración de una demanda que ya hace más de un mes, nada más celebrarse las municipales, realizó la líder de esta formación, Rosa Díez, en el Congreso. Distintos dirigentes del PP se han comprometido a iniciar este proceso de ilegalización si alcanzan la Moncloa. Sería el paso previo para lograr la expulsión de las instituciones vascas y navarras de todos los cargos públicos elegidos en las listas de los partidos que resultasen proscritos.