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Los demandantes acamparon durante un mes a las puertas de la fábrica, en señal de protesta. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

El juez considera improcedentes los dos despidos de la azucarera

Los afectados estudian recurrir el fallo, puesto que ellos abogaban por la nulidad y la reincorporación inmediata a sus puestos

A. DOÑA
JEREZ.Actualizado:

El titular del Juzgado de lo Social número 3 de Jerez les ha dado la razón, aunque solo parcialmente. Por eso, la satisfacción de Agustín Manzano y Manuel Laínez no es completa, al conocer que el magistrado ha declarado improcedentes sus despidos de la azucarera de El Portal pero no considera que sean nulos, como ellos requerían. Así lo confirmó ayer el abogado de los dos denunciantes, Hugo Gómez, tras conocer la sentencia por la que el juzgado da un plazo de cinco días a la empresa para que, o bien opte por la readmisión, o bien proceda a la extinción de los contratos.

En este último caso, la fábrica tendría que indemnizar a ambos con 45 días de salario por año trabajado con el abono de los sueldos que dejaron de percibir entre el despido y la notificación de la sentencia (conocidos como salarios de tramitación). «El juez no ha considerado la nulidad que habíamos alegado porque dice que no ha quedado demostrado que los despidos se hubieran producido por represalias de la empresa -explicó Gómez-. Pero nosotros no estamos de acuerdo, porque se había producido un quebrantamiento del principio de indemnidad».

Como argumentó el letrado, los perjudicados insisten en que la empresa buscó el momento propicio para prescindir de sus servicios por su actividad sindical, pero no han existido según el juez pruebas de solvencia que puedan sustentar esta versión. En el supuesto de que los despidos hubieran sido declarados nulos, la azucarera se habría visto en la obligación de readmitirlos, incluyendo el pago de los salarios que no recibieron durante la época en la que no trabajaron.

Conflictos laborales

Cuando se refieren a que fueron víctimas de «represalias», aluden al hecho de que la dirección prescindió de los servicios de cuatro trabajadores a raíz de unas pintadas presuntamente ofensivas que aparecieron en la fachada de la fábrica. Sin embargo, tras el juicio que se celebró por la vía penal todos ellos quedaron absueltos, algo en lo que Gómez hace hincapié recordando la inocencia de sus representados.

El conflicto se originó mucho antes, no obstante, cuando según los perjudicados la empresa comenzó a contratar a intermediarios para las labores temporales de mantenimiento y limpieza tras la campaña de la remolacha, cuando debería haber recurrido en primer término a los trabajadores fijos discontinuos. Aquello dio lugar a un juicio que también ganaron los afectados, y a partir de ahí comenzó una guerra sin cuartel que acabó en el despido de estos cuatro «a modo de revancha», como insisten ellos.

Así las cosas, los otros dos compañeros lograron cerrar un acuerdo con la compañía pero no así ellos, que estuvieron acampados durante un mes a las puertas de la azucarera hasta que se celebró la vista. Ahora, el abogado reconoce que se les presenta un futuro incierto y no saben si recurrirán la sentencia. «Estamos estudiando si recurriremos o no. En principio no estamos de acuerdo con que no se tenga en cuenta la nulidad, porque se vieron vulnerados sus derechos como trabajadores. Insistimos en que hubo represalias y nadie nos va a quitar esa idea de la cabeza».

Laínez y Manzano se han llevado más de 30 años prestando sus servicios en la planta de El Portal, y a lo que aspiran ahora es a que la empresa les readmita reconociendo además que se cometió una injusticia con ellos. El tiempo dirá si recurren el fallo y si los tribunales acaban dándoles la razón.