El mastodonte del gas
Samsung construye para la Shell una colosal planta extractora y licuadora de metano, el mayor ingenio flotante creado por el hombre
Actualizado: GuardarNo tiene nombre. De momento. Pero oiremos hablar mucho de ella. La multinacional surcoreana Samsung construye en las gigantescas gradas del astillero que posee en la isla de Geoje la mayor estructura flotante ingeniada jamás por el hombre.
Se trata de un buque de 488 metros de eslora (cinco veces la longitud de un campo de fútbol) y 74 metros de puntal (altura), que permanecerá fondeado 150 millas al noroeste de Australia, en mitad de un enorme campo de gas bautizado como Prelude, en la cuenca de Browse. El buque extraerá el metano de los pozos, lo licuará en una planta de tratamiento, lo almacenará y lo servirá a los barcos gaseros que se abarloen a él. Luego, los metaneros lo llevarán a Hong Kong, donde alimentará la actividad de esta floreciente ciudad asiática. Shell estima que invertirá en los próximos años en el proyecto entre 5.500 y 10.400 millones de euros. De momento, 600 personas trabajan ya en la soldadura de las planchas de la plataforma. La petrolera ha escogido a Samsung porque está especializada en la construcción de tanques de carga con un sistema de membrana conocido como GTT-Mark III. El FLNG estará operativo en 2017.
No navegará nunca
Lo más curioso es que la nave, con su imponente aspecto (es un coloso de 600.000 toneladas de peso, once veces más que las 52.000 del Titanic) no navegará nunca por sus medios. Deberá ser conducida por remolcadores desde Corea hasta su lugar de trabajo. Allí, tres motores de 6.700 caballos de potencia servirán para mantener fija su posición, alimentando sus hélices laterales y permitiendo que ocho grandes mangueras flexibles introduzcan el gas en su estructura. Una vez a bordo, el gas se licuará por compresión (600 atmósferas) y su temperatura bajará hasta 162 grados bajo cero.
Esta fábrica flotante, mezcla de mercante y factoría gasera, permanecerá anclada con cuatro grandes grupos de fondeo y líneas de cadenas. Shell señala que se hundirán en el fondo del mar, a 150 metros, muertos del tamaño de pequeños edificios. Ese sistema de fondeo será también el mayor del mundo. La estructura ha sido diseñada para resistir mares agitados y hasta temporales. Sus equipos de posicionamiento le permitirán permanecer sobre un mismo punto, a despecho del oleaje y de las corrientes.
El barco se conoce como FLNG (siglas en inglés para gas natural licuado flotante) y es el primero de estas características que construye la industria del gas que, de este modo, adopta, también por vez primera, los métodos, hasta ahora exclusivos, del mundo del petróleo. «Este sistema nos permite aprovechar bolsas de gas no comerciales, recursos que no se consideraba rentable desarrollar con la construcción de gasoductos y plantas en la costa. Además, este modelo disminuye la huella medioambiental de las extracciones. Pese a sus impresionantes proporciones, la planta de licuado es una cuarta parte más pequeña que su equivalente en tierra», resalta para V desde Londres Kim Blomey, portavoz de Shell.
Se calcula que el yacimiento 'Prelude' tiene reservas para 25 años. El pozo producirá 5,3 millones de toneladas de líquidos por año, de los que 3,6 millones serán de metano. Según las estimaciones de la Shell, esta planta polivalente llenará cada semana un buque LNG con 150.000 metros cúbicos de gas metano licuado. Cada dos semanas cargará otro buque con gases pesados (etano) y una vez al mes proveerá otro cargamento de 150.000 metros cúbicos de LPG, primordialmente gas propano y butano. Lastrada, la mayor estructura flotante del planeta pesará seis veces más que el mayor portaaviones del mundo.
«La manera tradicional de transportar gas en el mar es por medio de gasoductos. Es lo que se hace en el Mar del Norte, donde las plataformas están cerca de la costa», explica Neil Gilmur, director del proyecto.
La superestructura FLNG ha provocado críticas entre los ecologistas, que aseguran que la explotación dañará el medio marino.