Los estragos de la crisis
Durante la recesión todas las elecciones han supuesto la derrota de los gobernantes
Actualizado:Hace unas semanas nadie podía suponer que diferencias políticas entre republicanos y demócratas llevarían a un punto muerto total sobre el nuevo techo de deuda pública norteamericana, tantas veces revisada al alza en el pasado sin polémica. Y, por tanto, era inimaginable una eventual suspensión de pagos del Tesoro, percibida como una pesadilla y una amenaza frontal al equilibrio financiero mundial. Pero hoy tal cosa es posible. Tanto que si hoy no se aprueba el plan del senador Reid (líder de la cámara alta, con mayoría demócrata) tras haberse rechazado el del diputado Boehner, líder de la mayoría republicana de la Cámara baja, es posible que, contra su gusto, el presidente Obama recurra a sus prerrogativas en caso de emergencia nacional y fije el nuevo porcentaje por decreto. Dinero en billetes hay para una semana de pagos más o menos, pero el martes es cuando expira técnicamente el plazo para establecer la nueva cifra de deuda pública federal. Entre tanto lo que está en quiebra ya es la conducta de diputados y senadores, más atentos a reflejos ideológicos que al servicio público.