«Salí en una película porno pero no me quité ni la corbata»

– Da más vueltas que su noria televisiva cuando...

– Intento aparcar en Madrid.

– Dice que su religión no le permite bailar, cantar o imitar. ¡Menuda religión! ¿Algo más?

– Básicamente esas tres cosas que me hacen parecer más ridículo. Son facultades que no me vienen de serie.

– ¿Bailando es un pato mareado?

– No lo sé. Es algo que no he visto ni ha visto nunca nadie. Jamás lo he hecho. Es un bloqueo mental desde la adolescencia y a estas alturas no voy a ir a un psiquiatra para resolverlo.

– Es de los pocos que luce canas en la tele....

– Empecé a tener canas a los 25 años y desde que he pasado de los 40 no me he vuelto a dar un baño de color. Es lo que hay.

– Me parece que lo de cortarse el pelo cada diez días es para parecerse a Tintín...

– Podría ser (risas). Es el único ídolo que he tenido en mi vida.

– ¿Si una chaqueta no le cierra: se compra una nueva o cierra la boca?

– Me pongo a dieta. Pero no por ahorrar, ¿eh? Cuando una chaqueta no abrocha significa que uno se ha descuidado y que hay que moderar los instintos.

– ¿Se pone a dieta muchas veces?

– Casi todos los lunes (risas).

– Tiene pinta de gustarle las marcas caras. ¿Se compraría un pantalón en un mercadillo por 10 euros?

– No, no me lo compraría porque no me lo iba a poner.

– ¡Pues lo mismo le queda bien!

– ¡Cómo va a quedar bien un pantalón de 10 euros! Esto es como engañarse y decir que es lo mismo comerse una hamburguesa en una cadena de comida rápida que un solomillo a la pimienta.

– Lo veo un poco pijillo...

– Pijillo no, pero estoy llegando a los 50 y para mí la calidad de vida pasa por tratarme bien.

– A los 40 su asesor fiscal le dijo que se podía retirar. ¿Qué le va a decir cuándo llegue a los 50 con el pluriempleo que tiene?

– Me viene diciendo lo mismo desde hace años. Si sigo trabajando no es por dinero, sino porque me gusta lo que hago y me mantiene vivo y al día.

– ¿Haría una película X?

– He hecho una película X. Colaboré con un amigo que es director de cine porno. No he llegado a verla, pero me la imagino...

– ¿Y sale desnudo?

– No, no. Salía vestido de teniente coronel y daba unas órdenes por teléfono. Pero sí, hice de actor en una película porno aunque no me quité ni la corbata.

– La verdad: ¿Realmente era tartamudo?

– Absolutamente. En el colegio me llamaban ‘Gon, gon, gon’ porque me costaba pronunciar mi apellido a la primera. Lo fui hasta los 18 años más o menos.

– Y después van y le dicen que con su cara no saldría en la tele...

– Eso me dijo uno que era jefe de programas de TVE. Y ya llevo en la televisión 26 años.

– ¿No ha pensado en operarse la cara?

– Dos o tres veces al año tengo que disuadir a personas que me intentan convencer de la eficacia de técnicas que me garantizan una solución absoluta. Pero no. Es algo que nunca me ha acomplejado y que forma parte de mi imagen. Entre otras cosas, soy ‘el de las cicatrices’.

– ¿Habla usted con los muertos?

– Yo no hablo con los muertos. Hablo con los vivos y hago de médium de una médium.

– ¿Qué le diría a Dios en un tuit?

– ‘¿No te da vergüenza la gente que te representa en la tierra?’.

– Ya pensará más lo que escribe después de la que se lió...

– He tenido malas experiencias, pero todas derivadas de la ingenuidad. Entré en Twitter sin manual de instrucciones y he aprendido a golpes.

– ¿Farda porque aparece en el Guinness? (por el debate televisivo más largo, 24 horas en ‘Moros y cristianos’)

– No he fardado nunca de eso ni de nada. Aparezco en el Guinness por una circunstancia profesional y personal de la que estoy muy orgulloso... pero no lo voy contando.