Operarios trabajan en la reparación de los destrozos causados por la bomba en Oslo. :: NACKSTRAND / AFP
MUNDO

Una bomba en la puerta del primer ministro

El terrorista, vestido de policía, abandonó el coche dos minutos antes de que estallara

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Anders Behring Breivik, el autor confeso del doble crimen que estremeció a Noruega hace ocho días, abandonó el coche bomba que destrozó el centro gubernamental de Oslo en la misma puerta de las oficinas del primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg. Los detalles del atentado en la capital, que costó la vida a ocho personas y precedió a la terrible matanza en el campamento de la isla de Utoya en la que murieron otras 69, están tardando en conocerse porque la Policía entiende necesaria la discreción por motivos de seguridad. El avance de las investigaciones revela que el joven de 32 años suma a su decidida voluntad criminal una espeluznante sangre fría.

Ataviado con uniforme de policía, Breivik condujo el vehículo, un Volkswagen Crafter que había alquilado unos días antes, hasta la marquesina de entrada del edificio presidencial. De él le vieron bajar algunos agentes apostados en la zona a las 15.20 horas del viernes 22, solo dos minutos antes de que los 500 kilos de explosivos que albergaba la camioneta hicieran explosión. La indumentaria policial, alegan las fuerzas de seguridad, evitó que la actitud del terrorista despertara sospecha alguna en el centro del poder noruego.

Los movimientos de Breivik, miembro activo de un club de tiro y que sí había llamado la atención de los servicios de espionaje por comprar fertilizantes a una empresa polaca el pasado marzo -la vigilancia se abandonó poco después por considerarse una operación de escasa cuantía- en los días previos a sus crímenes pueden seguirse ahora gracias a que Noruega disfruta de uno de los más avanzados sistemas de peaje del mundo, según informaba ayer el diario británico 'The Telegraph'. Los datos que una empresa de ingeniería, Teknisk Ukeblad, ha obtenido de los sensores de las vías permiten seguirle la pista.

Dos psiquiatras

Además del vehículo que devastó el área gubernamental de la capital noruega, el terrorista había alquilado un segundo coche, un Fiat Doblo, con el que se desplazó los días previos a los atentados. El 'Fiat' ha sido detectado cerca del apartamento de su madre y, el viernes 22, estacionado muy próximo al lugar de la explosión, lo que indica que le sirvió para huir de este escenario y llegar a la isla de Utoya, distante unos 40 kilómetros de la ciudad.

Los servicios de seguridad noruegos completaron ayer la identificación de todas las víctimas del 22 de julio, finalmente 77 por el fallecimiento en las últimas horas de uno de los heridos más graves de Utoya. Y la Policía tomó declaración por segunda vez a Breivik, que «parece más que dispuesto a explicarlo todo», explicó el fiscal Pal-Fredrik Hjort Kraby, que anunció también que dos psiquiatras forenses deberán determinar antes del 1 de noviembre si el terrorista puede ser declarado penalmente responsable de sus actos y condenado a una pena mínima de 21 años de cárcel.

Torgeir Husby y Synne Sorheim tendrán que analizar si el criminal tiene su responsabilidad disminuida por alucionaciones o delirios en el momento de cometer sus actos, lo que podría reducir la pena de prisión, o si se le puede considerar irresponsable, en cuyo caso ingresaría en un centro psiquiátrico por un mínimo de tres años renovables. Varios expertos coinciden en que Breivik no muestra signos de psicosis y que el hecho de que planeara sus crímenes durante años descarta trastornos de conducta.