Rajoy conversa con los periodistas tras la rueda de prensa de ayer en presencia de Sáenz de Santamaría y Cospedal. :: J. J. GUILLÉN / EFE
ESPAÑA

Rajoy abre la precampaña convencido de que será el presidente del cambio

El líder del PP, que aspira a gobernar «desde el centro», promete lograr el «déficit cero sin recortar» el gasto social

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy evitó los circunloquios e inauguró la precampaña electoral pocos minutos después de anunciar José Luis Rodríguez Zapatero el adelanto de las elecciones generales. «Aspiro a gobernar desde el centro, la moderación y el diálogo», indicó el líder del PP como prólogo a la rueda de prensa que ofreció ayer en la sede nacional de su partido.

Al máximo dirigente popular no le pilló por sorpresa la noticia. Más allá de que el propio presidente del Gobierno le comunicara por teléfono su decisión una hora antes de hacerla pública, lo cierto es que Rajoy ya dio por hecho ante su equipo el pasado 18 de julio que los comicios se celebrarían en otoño y no en marzo de 2012. Lo único que ha desconcertado en Génova ha sido la fecha elegida, ya que los analistas del PP apostaban más por el 23 de octubre. En cualquier caso, que la apertura de las urnas coincida con el aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco es, según Rajoy, un hecho «poco relevante». Lo que le molesta es que los cuatro meses que restan hasta el 20-N sean, al igual que este último año, «tiempo perdido». El jefe del principal partido de la oposición desgranó, en un tono más propio de presidente 'in pectore' que de aspirante, la intensa hoja de ruta que seguirá su formación hasta el 20-N y que tendrá uno de sus principales puntos álgidos en la convención nacional que celebrará su partido los días 7, 8 y 9 de octubre en Málaga. Un cónclave donde presentará su programa electoral.

Sin descender al detalle, sí prometió dar respuesta a la ecuación que tantos sinsabores han deparado en los dos últimos años al Ejecutivo socialista. Rajoy garantizó alcanzar el «déficit cero» en todas las administraciones sin menguar el estado del bienestar. «No tengo ninguna intención de hacer recortes sociales», remachó.

El primer paso para lograr este efecto será la imposición de un techo de gasto para todas las administraciones. También fijó posición sobre las dos controversias surgidas tras el último Consejo de Política Fiscal y Financiera: el pago de los 24.000 millones que las comunidades autónomas adeudan al Estado en concepto de anticipos de los ejercicios de 2008 y 2009 y la proposición defendida por algunos presidentes regionales del PP de devolver competencias al Estado. Rajoy confirmó que concederá una moratoria de diez a los ejecutivos autonómicos años para la devolución de estos 24.000 millones de euros, y en cierta medida desautorizó a sus barones al no dar un apoyo explícito a la devolución de competencias. A su juicio, el quid de la cuestión es «cómo financiar los servicios públicos esenciales» en todo el país.

El candidato del PP a ocupar la Moncloa repitió alguna de las máximas que desarrolló durante la pasada campaña electoral para las autonómicas y municipales del 22 de mayo. Recalcó que pedirá a los españoles «un mandato claro y reformista», que su gobierno será «creíble, previsible y solvente» y que su principal aspiración es «protagonizar el necesario cambio político en España» para que se den las condiciones óptimas para la creación de empleo.

Obviar al rival

Rajoy dejó claro que piensa mantener su estrategia de soslayar a Alfredo Pérez Rubalcaba al menos hasta que no comience oficialmente la campaña electoral. «Yo hablo de mí», apostilló. La tarea de desgastar a su rival recae en otros miembros de la dirección nacional. A lo que sí se mostró dispuesto es a debatir en televisión con el candidato del PSOE. Cuando una periodista le comentó que Rubalcaba había anunciado una campaña electoral limpia, Rajoy ironizó: «Eso que usted dice me preocupa». Los populares temen que Rubalcaba busque el cuerpo a cuerpo en su enfrentamiento con Rajoy, algo que no suele beneficiar al candidato que va por delante en las encuestas, como es el caso del líder popular.

Tampoco avanzó nada de cómo será la campaña del PP, aunque realzó que «nunca voy a aparentar lo que no soy».